Sumérgete en aguas inexploradas con Jason Statham y el icono de la acción mundial Wu Jing mientras lideran un audaz equipo de investigación durante una inmersión exploratoria en las profundidades más hondas del océano.
Sumérgete en la experiencia cinematográfica más electrizante del año con Megalodón 2: El gran abismo, ¡donde las profundidades del océano sólo son igualadas por las alturas de una emoción pura e imparable! con Statham y Jing a la cabeza de un reparto que también regresan para está secuela Sophia Cai y Page Kennedy, asimismo se integran Sergio Peris-Mencheta (“Rambo 5: Last Blood”), Skyler Samuels (“Un don excepcional”) y Cliff Curtis (“Avatar”).
La cuna de la civilización de todas las criaturas fantásticas de Megalodón 2: El gran abismo se encuentra en el fondo de una fosa del Pacífico, a más de 7000 metros de profundidad y calentada por respiraderos termales. La termoclina, que se asemeja al fondo arenoso y uniforme del océano, es en realidad una ilusión creada por una nube de sulfuro de hidrógeno que sella el mundo secreto que hay debajo.
Para esta segunda parte, los realizadores estuvieron decididos a superar a Megalodón y crearon su Apex Meg: un veterano maltrecho cubierto de cicatrices; la implacable máquina de la muerte es mayor que cualquier cosa concebida para la película original. El director Ben Wheatley dice: “Es como un tipo que ha tenido montones de peleas de bar”.
Los cineastas también abrazaron su lado prehistórico al crear su versión de depredadores de eones pasados que emergen de debajo de la termoclina:
Pargos: Inspirados en un dinosaurio llamado Koreanosaurus —un herbívoro que andaba a cuatro patas y tenía pico— los cineastas crearon a snappers, un poderoso carnívoro de cuerpo bajo y musculoso, dientes afilados y apetito insaciable. Wheatley añade: “Es una cuestión como la de Ricitos de oro: no son ni demasiado grandes ni demasiado pequeños, porque si no el público podría sentir lástima por ellos”.
Megapulpo: Calificada como “sólo ligeramente menos terrorífica que el meg”, la versión montañosa de la conocida criatura marina causa estragos en la fosa y, más tarde, cuando se aventura en las aguas poco profundas del océano. “Tengo que decir que, desde el punto de vista de Ray Harryhausen, me encantan los tentáculos gigantes”, dice Wheatley.
La concepción de cada acto terrorífico de los megs empezó en el mismo lugar, según Wheatley: “Toda la acción con los tiburones empezó con un lápiz, al sentarme a dibujar y pensar en lo que sería realmente divertido de ver en cine. Luego, me reuní con nuestro dibujante de storyboards, Jake Lunt Davies, y juntos elaboramos cómo sería la secuencia. De ahí a los animadores digitales, quienes crearon una versión muy preliminar que luego cortamos en la película y después la filmamos”. Se sucedían muchos pasos y todo el viaje de cada encuentro con el tiburón —del lápiz al largometraje— duró unos seis meses. Para el director, una vez que el meg apareció en la posproducción, “nos quedamos pálidos. Solo nos alcanzó decir, ‘¡Dios mío!’” La colección completa de storyboards para la película acabó con casi 5000 dibujos.
Para el director Wheatley, las instrucciones eran sencillas: “Tomar “Megalodón” y sobrealimentarla: criaturas más grandes, acción más grande, monstruos más grandes, entornos más grandes, equipos más grandes. Todo. Más. Grande”.
El productor Lorenzo di Bonaventura comparte: “En la primera película había un poco de incertidumbre sobre cómo el público recibiría los tintes de comedia. Pero la idea fue realmente bienvenida, ‘No nos tomemos demasiado en serio, divirtámonos y pasemos sustos’. Esta vez, tendremos más sustos, un poco más de carnicería dentro y fuera del agua, dos actores mundialmente populares como Jason Statham y Wu Jing, algunos nuevos miembros del reparto, más acción… y más megs. Es un balance entre recordar lo que les gustó verdaderamente y a los personajes que les encantaron, y ofrecerles una nueva experiencia”.
Jason Statham siempre está dispuesto a hacer el mayor número posible de sus escenas de acción. Cada escena en la que se ve al actor conduciendo una moto acuática, es Statham. Wheatley explica: “Debido a que la estructura y físico de su rostro es difícil de falsear —debes estar boca abajo para que verdaderamente parezca que estás boca abajo—, pusimos a Jason en una estructura que parecía una especie de taladro de mano gigante que accionábamos y lo hacíamos girar, mientras disparábamos agua a la cara. Él pidió tener el menor número posible de tomas con cables y arnés, en casi todas las tomas es él —obviamente, no cuando salta una ola gigante, pero sí él sobre una moto de agua muy, muy veloz. Todos estuvimos asustados en los monitores, diciendo: “¡Por favor, regresa con bien!”.
Megalodón 2: El gran abismo se rodó durante el invierno y la primavera de 2022 en los estudios Warner Bros. Leavesden y locaciones en Tailandia.
El diseñador de producción Chris Lowe rememora: “En el diseño de producción hay un dicho: ‘No hacemos documentales, hacemos películas’. Alejamos a la gente de la vida cotidiana y la situamos en entornos que les emocionan. Recorremos un laboratorio y, aunque son lugares fascinantes, cinematográficamente no son tan emocionantes. El trabajo del departamento artístico consiste, básicamente, en tomar la base de lo que es real y creíble para, luego, ampliar los límites, siempre asegurándonos de que el público sienta que todo es real. Tenemos un tiburón de casi veinte metros que ya no existe, así que damos saltos gigantescos con la idea de veracidad que la gente suele tener. Pero es mi trabajo complementar ese meg”.