Nicolas Cage hace lo que mejor sabe hacer en está gamberra comedia de terror y acción de vampiros donde Nicholas Hoult interpreta a Renfiel, el asistente de Drácula que se quiere independizar de su amo.
Renfield: Asistente de vampiro (2023)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Chris McKay
Reparto: Nicholas Hoult, Nicolas Cage, Awkwafina, Ben Schwartz, Adrian Martinez, Ahmed Zakzouk y Shohreh Aghdashloo
Disponible: Estreno en cines
Nicolas Cage es un actor fascinante, polémico cuyo estilo de trabajo es casi único, que por supuesto, es incuestionable, ya que cada película donde lo vemos se vuelve algo especial, debido a que ese algo no lo vamos a ver en ningún otro lado, y ese “algo” es lo que vamos a ver en Renfield de Chris McKay, donde el actor interpreta al mismo Conde Drácula.
Casi un siglo después de que se llevará por primera vez al más famoso vampiro de Bram Stoker, Drácula, a los cines en la ahora clásica obra de 1931 de Tod Browning, Universal regresa a su monstruo gótico a la pantalla grande, esta vez en una comedia que mezcla la acción con el terror, pero con su estilo de serie B, donde la historia se apoya completamente en el caos sangriento del vampiro centenario suelto en la Nueva Orleans moderna.
Ha pasado más de un siglo desde que los sueños de riqueza llevaron a Renfield (Nicholas Hoult) a los brazos del Conde Drácula (Cage), pero los años no han sido amables con los dos hombres. Atrapados en un ciclo interminable de destrucción y renacimiento, el amo y el sirviente viven en desgracia y habitan un viejo hospital abandonado en Nueva Orleans, donde Drácula se recupera de su último encuentro con unos cazadores de vampiros. Para pasar el tiempo, Renfield ha comenzado a asistir a reuniones grupales sobre codependencia, encontrando consuelo en lo mal que viven otras personas; y en proceso que ha comenzado a buscar a los abusadores de esos asistentes como alimento para su amo.
Pero cuando una intervención en particular lo pone en la mira de la dedicada oficial de la policía de Nueva Orleans, Rebecca Quincy (Awkwafina) y el hijo idiota (Ben Schwartz) de una familia criminal local, Renfield comienza a luchar para liberarse del poder que tiene Drácula sobre él. Especialmente cuando Drácula tiene un interés malévolo por las personas que lo rodean.
Hay que ser muy francos, este filme es todo un riesgo de ingenio, ya que pudo haberse ido por la comedia tonta y fácil haciendo un humor pueril, para ser justos, sí, hay algo de eso en Renfield, pero por alguna extraña razón aquí el humor combina muy bien, hay una calidad fílmica en los mejores chistes que mantiene el material elevado. Una de las primeras bromas sobre el ska se entreteje en tres escenas separadas, lo que permite que las bromas se expandan más allá de los límites del diálogo en beneficio de la película en general.
Además, la cinta logra caminar una línea encantadoramente amplia entre la violencia caricaturesca y la estética del terror genuino.
Por otro lado, McKay y compañía se inclinan por un diseño de producción muy a los años 80, donde en algunas secuencias clave, ofrecen una representación sorprendentemente grotesca de Drácula en sus diversas etapas de recuperación. Si bien el terror contemporáneo todavía está demasiado obsesionado con la década de 1980, donde Renfield, es uno de los ejemplos más notables, pero le saca provecho a esa nostalgia y lo mezcla con el estilo del cine moderno.
El otro elemento que hace que Renfield destaque, es lo que hace Nicolas Cage como actor. Desde de los primeros momentos, donde lo escuchamos recrear las deliciosas líneas de que decía Bela Lugosi sobre no beber vino en la cinta original “Drácula”, nos deja muy en claro que su actuación es un intento de manifiesto de combinar las muchas versiones de Drácula que hemos visto a lo largo de la historia. Al hacerlo, Cage crea un personaje que se siente tanto atemporal como maravilloso, lo que nos llevará a necesitar desesperadamente actualizar nuestras listas de las mejores actuaciones de Nic Cage.
El punto culminante de la película es una escena en la que Drácula se enfrenta a Renfield en el apartamento de este último después de que Renfield decidiera cortar los lazos con su amo. Drácula está burlón y furioso, pero Cage interpreta la escena con su típica energía maníaca, que le ayuda al espectador para darnos cuenta de que el personaje no es lo suficientemente maduro emocionalmente para procesar los sentimientos que siente su asistente.
Cabe destacar la entrega que hace Hoult, especialmente al plantarle cara a Cage en todo momento, las mejores escenas de la cinta son los duelos que tiene amo y sirviente, mismas que son dinamita pura.
Renfield es una rara comedia de terror que encuentra un equilibrio entre el respeto y la irreverencia lúdica, una obra camp en toda la palabra, cuyo tono puede no conectar con todas las audiencias, pero que con el paso de tiempo se podría convertir en una cinta de culto, como muchas de Cage.