Hablamos de la resaca que nos deja está temporada, donde ‘Oppenheimer’ reina en los Oscar con siete premios, incluidos mejor película y director, pero también nos deja un balance muy interesante con miras a la siguiente temporada.
Con un Al Pacino casi desganado salió a anunciar el premio a la mejor película, uno que pese a que era cantado la forma de escuchar las palabras que expresaba la leyenda cinematográfica: “Creo que es ‘Oppenheimer’… sí, ‘Oppenheimer'”; quitando cualquier ápice de emoción y dejando un cierre de los Oscar un tanto agridulce. La película de Christopher Nolan, una mirada inquietante a los albores de la era atómica, dominó la 96ª edición de los Premios de la Academia el domingo, ganando siete premios, incluidos mejor película y mejor director. La película, que adquirió una resonancia adicional en una época de conflictos internacionales, también obtuvo premios Oscar por la atormentada interpretación principal de Cillian Murphy como J. Robert Oppenheimer y el papel secundario de Robert Downey Jr. como un burócrata vengativo.
El mayor logro de estos Oscar que es realmente se premió a una película realmente popular (‘Oppenheimer‘ es la ganadora más taquillera desde ‘El retorno del Rey‘) y a un director verdaderamente famoso, algo que no ocurre con mucha frecuencia; por lo tanto las personas casuales puede asegurar que vieron a la ganadora del Oscar 2024 en el cine.
“Hicimos una película sobre el hombre que creó la bomba atómica y, para bien o para mal, todos vivimos en el mundo de Oppenheimer”, señaló Murphy en su discurso de aceptación.
Palabras que resuenan con lo ocurrido el día ayer, ya que a cuadras de la alfombra roja de los Oscar, varios de cientos de manifestantes protestaron alzando la voz para pedir un alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamas en Gaza, mientras los ganadores utilizaron sus discursos para denunciar la crisis humanitaria en esa región, junto con la provocada por la invasión rusa de Ucrania, que no por nada el Oscar a mejor documental caería en manos de la película 20 Days in Mariupol.
Nolan, había sido nominado en varias ocasiones antes, incluso por dirigir Dunkirk de 2017, así como por su trabajo en películas como Memento de 2001 e Inception de 2010 en el apartado de guion. Pero la Academia desestimó su mayor éxito, El caballero de la noche de 2008, como mejor película y director, una omisión que provocó indignación y ayudó a que la organización aumentará el número de películas nominadas a mejor del año de cinco a diez. El triunfo de Nolan, sabe todavía más, debido a que ha sido portavoz de vivir la experiencia cinematográfica en la pantalla grande, por lo que su triunfo se puede ver también como un homenaje a la forma de experimentar el arte que él ama.
Siete años después de ganar por La La Land, Emma Stone logra su segundo Oscar a la mejor actriz por Poor Things. Stone interpretó a una mujer infantil que se embarca en un viaje de autodescubrimiento en la fantasía retrofuturista dirigida por Yorgos Lanthimos, a quienes veremos nuevamente juntos en Kinds of Kindness. La categoría de mejor actriz era el duelo más apasionante de la noche. La actriz de Los asesinos de la luna parecía tener cierta ventaja tras su victoria en los SAG, pero los académicos se fueron por la locura creada por Stone. Por lo que el resultado final ha sido muy parecido a lo ocurrido con Olivia Colman y Glenn Close en 2019, o a lo de Anthony Hopkins y Chadwick Boseman en 2021. En ambos casos terminó ganando los ganadores del BAFTA.
La victoria de Stone fue una de las cuatro victorias de Poor Things, que también fue reconocida en varias categorías técnicas que fueron vestuario, maquillaje y diseño de producción.
Da’Vine Joy Randolph ganó el premio a la mejor actriz de reparto por su papel de una afligida cocinera que lidia con la muerte de su hijo en The Holdovers. Con lágrimas en los ojos, Randolph agradeció a los votantes por “verme” y agregó: “Durante tanto tiempo, siempre quise ser diferente, y ahora me doy cuenta de que solo necesito ser yo misma”, dando uno de los mejores discursos de la noche.
Cord Jefferson y Justine Triet ganaron en las categorías de guion. Jefferson fue elogiado por el guion adaptado de American Fiction, una sátira que explora la raza y el arte, mientras que Triet ganó por el guion original de su drama judicial Anatomy of a Fall.
La interpretación de I’m Just Ken fue, por supuesto, el gran momento de la noche. Los productores lo sabían y por eso decidieron que la actuación de Ryan Gosling debía ser de las últimas, y tenía que durar más que las otras cuatro. Cosa que no se puede decir del trabajo de Becky G, Jon Batiste, Billie Eilish y Finneas o de los Osage, aunque el Oscar de canción original terminó en las manos de Billie Eilish y Finneas, siendo las dos personas más jóvenes en la historia en ganar dos Oscar.
Jonathan Glazer aprovechó su tiempo en el escenario para hacer declaraciones políticas mientras recibía el premio a mejor película internacional por La zona de interés, el drama ambientado en Auschwitz, que habló sobre la violencia actual en Medio Oriente. Citó el mensaje de su mirada mordaz al Holocausto al condenar la respuesta militar de Israel, así como los ataques terroristas lanzados por Hamas el año pasado.
Hayao Miyazaki se convirtió en el ganador de mayor edad al mejor largometraje animado por la película japonesa The Boy and the Heron. El maestro de la animación japonés, de 83 años, ganó anteriormente por El viaje de Chihiro de 2002. Por otro lado, Godzilla: Minus One obtuvo el premio Oscar a los Mejores Efectos Visuales que en los BAFTA ganó Poor Things ( no estaba nominada en los Oscar).
Estos premios Oscar estuvieron marcados por el momento convulso que atraviesa Hollywood. Los principales estudios pasaron gran parte de ese tiempo atrapados en disputas laborales con los principales sindicatos de actores y escritores, un enfrentamiento que resultó en dos costosas huelgas que paralizaron la producción cinematográfica. Gran parte del debate se centró en cómo la revolución del streaming que cambió la forma en que se hacen y distribuyen películas y programas también ha alterado la forma en que la comunidad creativa se beneficia de su trabajo, así como el uso de la inteligencia artificial.
Jimmy Kimmel, regresó para una cuarta ronda como presentador de los Oscar, y como es habitual abrió con un monólogo donde abordó varios de los temas que afrontó la industria el 2023, además que bromeó con los desaires de la Academia a la cineasta de Barbie Greta Gerwig en la categoría de dirección, la excesiva duración de varias películas nominadas Oppenheimer y Killers of the Flower Moon superan la marca de las tres horas, aunque no todos los chistes atinaron como el de Sandra Hüller se agradece un poco el esfuerzo.
Haciendo un balance final de estos Oscar, Oppenheimer terminó llevándose 7 estatuillas, lo que la hace igualar a Everything Everywhere All at Once, que logró la misma cantidad en la edición pasada. El botín de la cinta de Yorgos Lanthimos nos dice que la cinta del griego era realmente la segunda opción en la batalla, aunque probablemente ni siquiera ha estado cerca de plantar cara a Nolan en la categoría principal. Lo otro que nos deja muy claro, es que los BAFTAS son los verdaderos precursores del Oscar, y que el voto internacional tiene más peso actualmente que antes.