Película biográfica sobre Bayard Rustin, un hombre negro y queer a menudo desconocido que luchó junto a Martin Luther King, se adapta a un drama conmovedor, aunque un poco convencional.
Rustin (2023)
Puntuación: ★★★½
Dirección: George C. Wolf
Reparto: Colman Domingo, Jeffrey Wright, Glynn Turman, Chris Rock, Gus Halper, Johnny Ramey y Audra McDonald
Disponible en Netflix
Es increíble como una interpretación de personaje puede hacer que una película valga tanto la pena verla; en este caso Colman Domingo se luce de la mejor manera interpretando a Bayard Rustin quien fue un activista por los derechos humanos en la década de los 60, y quien asesoró al famoso Martin Luther King Jr. en la marcha del año 1963 para que esta fuese pacífica; lugar donde King dio su renombrado discurso de “I have a dream”. Rustin, de quien trata la película, a pesar de sus críticas por identificarse como persona homosexual, logró hacerle frente y confirmar la asistencia de más de 250 mil personas en Washington, siendo la marcha pacífica más grande de Estados Unidos, hasta el día presente.
Cualquiera pensaría que la historia debería tratarse aún más de Luther King, sin embargo, esta película muestra todo lo contrario y se va aún más allá que un activista por los derechos de libertad de las personas afroamericanas. Y aquí es donde la película hace una jugada extraordinaria intentando irse por el camino más complicado, no por alguien muy conocido como se ha estado haciendo casi siempre. Lo más relevante de esto es la capacidad que tiene esta película contando la historia de Bayard Rustin, compitiendo con otras películas bibliográficas como la de Priscilla, Enzo Ferrari o Leonard Bernstein en “Maestro”; lo hacen con un personaje histórico no muy reconocido, y mejor aún lo hacen de una manera tan natural introduciendo al espectador tan profundo que es como si estuviésemos viendo al mismísimo Rustin con su amigo King Jr.
La película tiene una secuencia perfecta, que a pesar de que la marcha fue pocos minutos de la película, no era el punto central de la misma, adentrándose más aún en el corazón de Rustin, con todo lo vivido, de las críticas, de su manera de levantarse, de liderar, de su carisma y ambición por buscar un lugar donde la libertad no sea castigada para nadie. Y es ahí donde Colman Domingo aprovecha su papel de protagonista para dar todo de sí, y lo desarrolla como si fuera natural, lo hace ver como si resultara fácil para él; y eso que quería mostrar Netflix en esta película, todas las facetas de Rustin como activista y como persona gay, Domingo recrea cada una de ellas cumpliendo con su propósito y yéndose aún más adentro de el personaje, de verdad se nota que lo sintió en cada una de las tomas.
El largometraje con Barack Obama y Michelle Obama como productores tiene diálogos concretos, centrados en lo que quieren dar a mostrar, van directo, sin repercusiones y evitando confundir al espectador. Los guiones están muy bien estructurados, logrando cautivar la esencia de la época, las controversias, la música y la tensión. Algo que se mezcla muy bien con lo anterior en la película son los colores tan únicos que se muestran, metiendo aún más al espectador dentro de sus escenas.
En momentos donde la libertad en Estados Unidos se pone en duda, donde se ha olvidado realmente lo que es la libertad en un país donde resaltan mucho esa palabra llena de falacias y división en el país, Rustin (2023) viene a recordarnos que la libertad siempre será tema de resistencia y de búsqueda por defender los derechos humanos, como algo que nunca acabará, pero que se debe continuar defendiendo.
El filme es apasionado en sentido de la persona activista que era Bayard, como la persona sentimental y amorosa. Además, muestra la fuerza que tenía Bayard para defender sus creencias, por lo que también es una película intensa, todas sus escenas tienen algo que contar, algo que dejar plantado en el espectador que de verdad cualquier persona podría disfrutar.