Sin Novedad en el Frente | Review

El drama “anti bélico” alemán de Netflix es una carnicería extrema que no encuentra armonía entre sus intenciones y ejecución hiperviolenta.
Sin Novedad en el frente (2022)
Puntuación: ★★★
Dirección: Edward Berger
Reparto: Felix Kammerer, Albrecht Schuch, Aaron Hilmer, Moritz Klaus, Edin Hasanovic, Daniel Brühl, Sebastian Hülk, Adrian Grünewald y Devid Striesow
Disponible: Netflix 

La idea de realizar una película acerca de un conflicto armado no es algo novedoso, desde que el cine existe como arte se han realizado cientos de esfuerzos por reflejar el lado atroz de la guerra y sus efectos en la sociedad, sin embargo, más allá de la premisa, la ejecución y puesta en práctica de ese argumento es lo que puede hacer que una propuesta sobresalga del resto, algo que por momentos fugaces “Sin Novedad en el Frente” consigue. Seleccionada por Alemania como representante en la categoría de Mejor Película Internacional para los venideros Premios Óscar, precedida por un exitoso paso por el Festival Internacional de Toronto, llega bajo el sello de Netflix un nuevo drama sobre la Primera Guerra Mundial, esta vez desde la arriesgada perspectiva de los soldados alemanes y su día a día en las trincheras.

Dirigida por Edward Berger, adapta la novela homónima de Erich Maria Remarque, que a su vez constituye un remake de la película de 1930 del mismo nombre, solo que en esta versión tenemos una historia de mayores aspiraciones, adornada por detalles estéticos que reflejan el alto presupuesto dedicado a esta producción la cual, durante casi 2 horas y media, arroja sin ningún filtro imágenes crudas y espantosas sobre la monstruosidad del campo de batalla, a pesar de que esa agresividad no se vea acompañada de un significado lo suficientemente profundo que justifique su existencia.

Arrancando de la misma manera que la novela, un grupo de jóvenes fanáticos colocan una edad falsa en su hoja de registro militar, con el objetivo de formar parte del ejército alemán, esto hacia el final de la Gran Guerra, en 1917. Sus ideales y expectativas rápidamente chocan contra la realidad que les espera en el frente: condiciones insalubres y una deshumanización alarmante pasan a convertirse en los verdaderos protagonistas del filme, el cual una vez comienza la acción se transforma en un espectáculo visual donde el despliegue técnico detrás de la creación de los planos y los enfrentamientos es sorprendente, como espectadores es posible oler y sentir el pánico colectivo experimentado por los soldados.

Bajo esta superficie repleta de gore, vísceras y hombres calcinándose, no sucede mucho en “Sin Novedad en el Frente”, la cámara se dedica a seguir al grupo de soldados protagonistas en su intento de sobrevivir mientras se desarrolla una subtrama confusa acerca de la firma del Armisticio entre Alemania y los Aliados, la cual cada vez que aparece corta el ritmo y la tensión buscada. La idea de inducir ansiedad en la audiencia sobre el futuro de los personajes principales no funciona, ya que no tenemos oportunidad de conocerles, pese a la extensa duración del relato, por lo que la escasa caracterización nos deja con una especie de body count al cuadrado.

Siendo honestos, el montaje y diseño de producción es excepcional, como pocas veces las trincheras habían sido representadas con tanta exactitud, la aproximación realista y el maquillaje, sumado a la gran cantidad de extras, crean una atmósfera pesada, la cual revienta gracias a una edición de sonido efectiva en gran parte del relato. Como complemento, las actuaciones son, por encima de todo, físicas y demandantes en el plano actitudinal, la mayoría de registros giran en dirección al caos de las batallas y la soledad en el frente.

Ahora bien, en el plano argumental, “Sin Novedad en el Frente” queda a deber, no solo por la nula dinámica de grupo entre los protagonistas, sino también por el fallo al momento de enfocar el filme hacia los soldados alemanes, colocándolos por momentos como víctimas: una escena en particular destaca de forma negativa, en donde se pretende dejar a los granjeros franceses como seres desalmados y carentes de toda humanidadcon los abatidos soldados alemanos; en primer lugar, ¿qué hacían los alemanes en Francia? Claro está que en Hollywood siempre son vistos como los villanos de la historia, aunque el discurso antibélico se cae con facilidad por el inexistente desarrollo de personaje y la falta de sutileza en el mensaje.

Obras como “Paths Of Glory” de Stanley Kubrick, “La Tumba de las Luciérnagas” o “Come and See” de Elem Klímov son ejemplos claros de obras capaces de representar con éxito las distintas temáticas que la película de Edward Berger trata de poner en práctica, aunque el resultado final no sea una maravilla bien empaquetada, se queda más dentro de la línea de disfrutable, sobre todo al estar disponible en el catálogo de una de las plataformas streaming más importantes.

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