La nominada al Oscar Laura Linney se mete en la piel de una madre afligida que cuida a su hijo moribundo, mientras descuida a su hija adolescente.
Suncoast (2024)
Puntuación: ★★
Dirección: Laura Chinn
Reparto: Laura Linney, Nico Parker y Woody Harrelson
Disponible: Star plus
Laura Chinn debuta como directora en la película Suncoast, un drama un poco forzado sobre la dura vida de intentar vivir «normal» con una persona enferma. Chinn actuó un poco en la la serie Grey’s Anatomy y además fue parte de la película del 2011 La última pelea. Ha participado mayormente en varias series a lo largo de su carrera, sin embargo, ahora recibe críticas no muy buenas por su debut como directora.
Suncoast narra la historia, un poco autobiográfica de la directora, de Doris (Nico Parker), una joven la cual vive su etapa de adolescencia un poco distorsionada a la realidad de cualquier otra adolescente debido a que junto a su mamá Kristine (Laura Linney), tienen que lidiar con el hermano de Doris, quien tiene cáncer cerebral y debe recibir cuidados intensivos en un centro de rehabilitación. La historia se centra en Doris, su vida fuera de su casa donde la película intenta dar un pincelazo de un ambiente complicado que se ha vivido desde mucho tiempo atrás.
El filme toca un tema muy delicado, pero no se logra desenvolver completamente a lo largo de toda la película dejando una secuencia cuerda; en vez de eso se optó por hacer una historia donde en ciertas escenas el guion, las actuaciones y el diálogo iban muy de la mano, pero en de pronto, se sentía un hundimiento terrible donde se ignoraba alguna de estas tres o incluso las tres al mismo tiempo. Es fácil entender lo que se quería dar a entender, pero no se hacía de la mejor manera, además de que parece que a Chinn le cuesta desarrollar diálogos de jóvenes adolescentes, sumándole a eso un guion bastante pobre sobre la manera exacta de cómo se tenía que actuar, incluso en ciertas ocasiones se observa un sobreesfuerzo de parte de los y las actrices por dar un buen papel, pero con un guion de muy bajo nivel.
Por otra parte, el desarrollo de los personajes es muy básico, no tiene mucha robustez y cuesta entender el trasfondo de personajes secundarios e incluso de los mismos primarios. Hay personajes que solo aparecen pocos minutos intentando sumarle algo al guion, pero que no tiene relevancia alguna en toda la historia. Otra cosa que no queda muy claro y que se ve como un exceso es el tema de la huelga fuera del hospital, no va ni de la mano con el objetivo de la historia, sobre la vida de Doris, ni con la de la mamá, es como un acontecimiento extra que sucede paralelamente, pero que no conecta del todo y más bien incomoda o saca de contexto a cualquiera que la esté viendo; lo único es donde Doris conoce a Paul quien es huelguista que pasa las 24 horas del día a las afueras del hospital.
Cabe decir que se rescata bastante el debate interno que tiene Doris por querer formar su vida normal como adolescente y lo duro que es para ambas tener que vivir con un ser querido que debe recibir cuidados todo el día. Existe un cuestionamiento sobre las decisiones que toma Doris de querer buscar vida social o querer disfrutar de su adolescencia, pero hay una tregua también con su mamá quien por obvias razones le da mucha más atención a su hijo enfermo; ella recibe mucho peso en sus hombros con todas las dificultades que debe de vivir, trabajar para mantener a su hija, que pueda ir al colegio y pagar los tratamientos de su hijo, además de tener que pasar terribles noches por la condición de su hijo. Cuesta entender las decisiones que toma Doris, pero a la vez es algo que cualquier otro adolescente podría hacer, la juventud se ve detenida por la situación de su familia, más al ver que sus otros compañeros del colegio viven una vida más normal.
Suncoast carece completamente de un buen guion, pero trata un tema sumamente delicado que definitivamente puede tocar a muchas personas sentimentalmente hablando; la vida al lado de una persona que lleva enferma por mucho tiempo no es algo sencillo de lidiar, y mucho menos darse cuenta muy tarde de los errores no culposos que se pueden dar durante todo el tiempo de enfermedad; eso, definitivamente es lo más doloroso cuando llega el momento del duelo.