El estreno de Suzume, la más reciente producción de Makoto Shinkai, es una belleza audiovisual cuya historia emocional se puede que se quede corta al ser bizarra y un poco confusa.
Suzume no Tojimari (2022)
Puntuación: ★★★
Dirección: Makoto Shinkai
Reparto de voces: Nanoka Hara, Akari Miura, Ann Yamane, Hokuto Matsumura.
Disponible: Estreno en cines
Al momento de analizar el crecimiento que ha tenido la industria del anime dentro y fuera de Japón, es imposible obviar la influencia tan grande ha tenido Your Name, película de culta que propios y extraños reconocen como una obra maestra irrepetible. El director de esta película es Makoto Shinkai, responsable de hermosas historias animadas cuya nueva producción: Suzume, es vista con expectativas por todos los fans de la industria, no solor por el hype al rededor de esta cultura sino también por el súper éxito taquillero: en estos momentos Suzume es parte de las 5 películas anime que más dinero han recuadado en la historia.
Basándose en una historia escrita por el mismo Shinkai, el filme nos posiciona dentro de un mundo ya conocido, pese a que no existe una clara referencia, es evidente que los eventos suceden en el mismo universo que el resto de obras de Shinkai, tanto por estética como apariencia de los escenarios.
El inicio de la historia es muy abrupto (para mal), en Suzume los eventos de gran escala no tarda en comenzar: a los pocos minutos ya tenemos escenas que podrían (literalmente) acabar con el mundo, eso si, sin un contexto claro que no es esclarecido con efectividad en las más de dos horas que dura la película.
Eso si, más allá de las carencias de guion, la parte artística del filme y el cuidado detrás de las imágenes es espectacular, llegando a ser una de las mejores obras animadas del presente lustro: la atención a los movimientos corporales, las transiciones entre secuenciad y el cómo el bello soundtrack de Radwimps acompaña el relato da forma a un apartado visual espectacular.
Dentro de su narrativa poco convencional, no existe un elemento emocional lo suficientemente poderoso como para hacer que la audiencia desarrolle un sentido de pertenencia hacia sus personajes y la aventura que están viviendo, ya que más allá de que un fragmento importante del filme se siente repetitivo, su viaje parece más una transacción u objetivo que el inicio de una experiencia enriquecedora.
Como es de esperarse, el cine de Shinkai retrata relaciones románticas las cuales por algún motivo de orden natural/fantástico no pueden estar juntos, ya sea el clima, la edad, la distancia, el tiempo o, en este caso, las diversas dimensiones en las que existimos como seres humanos. Por desgracia, la forma en la que se plantea el enamoramiento de los protagonistas no deja espacio para conocerles bien, al igual que su arranque, el florecer de su amor se siente apresurado.
Como un todo, Suzume cumple gracias a la maestría empleada al momento de animar y darle valor a este bello arte, aunque dentro del cine de cataclismos que caracteriza a Shinkai el filme se queda corto al compararse con el resto de películas que componen la filmografía de uno de los mejores realizadores japoneses de la historia, cuyo componente emocional y carisma no llega a ser el necesario como para ser digno de ser recordado, aunque el simple hecho de poder apreciar este tipo de producciones en pantalla grande supone toda una experiencia para los amantes del cine y lo que este bello arte nos hace sentir.