Donald Glover crea un programa que apunta al concepto de los fans tóxicos y al lado oscuro del fanatismo de la música, en este caso desde la figura de Beyoncé y su impacto en la cultura pop.
Swarm: Obsesión asesina (Miniserie) (2023)
Puntuación: ★★★★
Creador: Donald Glover y Janine Nabers
Reparto: Dominique Fishback, Chloe Bailey, Nirine S. Brown, Karen Rodriguez, Heather Simms, Damson Idris, Leon, Rory Culkin, Billie Eilish y Paris Jackson
Disponible: Prime Video
Swarm es el primer fruto del acuerdo de producción entre Amazon Prime Video con Donald Glover , creador y protagonista del clásico moderno Atlanta. Si eso no lo convierte en algo que debe ver, o al menos debe intentarlo, la carrera paralela de Glover como el rapero Childish Gambino aumenta la intriga: Swarm trata sobre el lado oscuro de los fanáticos de la música, y como esas figuras han impactado en la vida de millones de personas, pero Glover lo hace todavía más interesante al llevarlo al punto de vista de las personas afroamericanas y como sus artistas influyen todavía mucho más.
Swarm cuenta la historia obsesiva de Dre (Dominique Fishback), una joven negra socialmente incómoda que se embarca en una serie de asesinatos durante dos años en nombre de su cantante favorita que adora. Aquí podemos decir que no solo adora, idolatra o cualquier otro adjetivo que quieras decir más. Ella está enamorada de la estrella del pop; Ni’Jah inspirada en la figura de Beyoncé. Las referencias son más que un poco evidentes a lo largo de los episodios. Tanto Beyoncé como Ni’Jah son apodadas como la abeja reina. En este programa, los fanáticos salvajemente obsesivos que asedian todas las áreas de las redes sociales son apodados The Swarm. Al igual que muchos “fans” de las redes sociales.
Dre es una chica con un estado mental desequilibrado, que no sabe lidiar con su vida, con su fanatismo y con sus sentimientos al perder a su mejor amiga, lo que la lleva a cometer una serie de crímenes brutales, pero dicho camino la llevará a conocer a su diosa Ni’Jah.
Cada capítulo siempre inicia con una leyenda de descarga de responsabilidad hacia el espectador, indicando que lo que está viendo no es una obra de ficción. La historia Swarm ocurre en un periodo de dos años 2016-2018, época en que Beyoncé vivía la era de Lemonade, detalle nada despreciable para entender todavía mucho mejor el impacto de la artista con sus fans.
A lo largo de la serie, la historia de Dre se nos cuenta por goteo, mientras la vemos navegando por el mundo que la rodea, al mismo tiempo que vamos amarrando los puntos característicos de la figura de Beyoncé, solo que en Swarm son de Ni’jah. La mayoría de las veces, su objetivo principal es acercarse a Ni’jah, con una astucia para eliminar a cualquiera que esté dispuesto a desestimar la excelencia de la cantante. A través de la conflictiva visión del mundo de Dre, Swarm aborda de manera satírica el culto a la cultura pop, la obsesión por el crimen real y la manipulación feminista blanca.
Otro punto interesante son varios cameos que vemos a lo largo de la historia, como son los de Rory Culkin, que interpreta a un hombre con el que Dre pierde su virginidad. Así mismo vemos a Paris Jackson y a Billie Eilish, dos apariciones muy inteligentes. Esto se debe a su aproximación a la cultura de las celebridades que el programa satiriza. Sin embargo, a medida que avanza el programa, su enfoque se centra en una idea pertinente: el escapismo de los problemas, en este caso enfocado en las mujeres negras.
Lo más interesante de la construcción de la serie, es como el programa coloca la figura de Dre hacia el espectador, esto porque casi siempre la vemos moviéndose de un lugar a otro, debido a que ha asesinado a alguien por Ni’Jah; Swarm no comete el error de muchos programas recientes sobre asesinos en serie, que los convirtió en rouges algo adorables o bichos raros que el público desearía poder cambiar. Swarm mantiene su tono siempre a distancia. Dre nunca es un personaje fácil de amar, empatizar o comprender, ella siempre mata a los no fanáticos por cualquier desaire percibido hacia su ídolo. Sin embargo, su torpeza y sus comportamientos compulsivos siguen siendo algo convincentes. Lo que es más cautivador del guion, es quizás la idea de que la estrella pop más grande del mundo, cuyo estatus asegura que todo lo que hace se vea, tiene un fan asesino que a menudo evade la captura porque simplemente “no cumple con los requisitos” de su estatus o de su mundo.
Hay un episodio que viene a justificar o explicar mejor lo comentado. En dicho capítulo, conocemos a una detective negra, que con un humor bastante absurdo logra comprender mucho más la figura de Dre, que es una persona que realmente no cumple con las características de un asesino en serie o de una persona relevante dentro de la sociedad. La detective en cuestión, logra ir amarrando varios puntos debido a su conocimiento de la cultura y la sociedad sobre cómo es ser negra, ya que su verdadera comprensión del paisaje da en el clavo.
Podemos decir que el mejor episodio es el cuarto, uno que bien puede vivir en el universo de Get Out de Jordan Peele, aquí vemos como Dre llega a un lugar que es casi como un culto silenciosamente aterrador. Dicho episodio se eleva con una actuación asombrosamente controlada y amenazante de Billie Eilish. Sin embargo, el programa es propiedad absoluta de Dominique Fishback. Su Dre nunca se hace cursi o tierna. Cualquier empatía que se obtenga al ver a su personaje se gana con esfuerzo, y esto por sí solo la hace convincente.
Estamos claros que la películas o series que hablen sobre las obsesiones sobre las celebridades o influencers no es nada nuevo, pero el caso de Swarm es por mucho uno de los más interesantes, aunque el programa realmente solo toque la superficie del enamoramiento hacia las celebridades y el lado oscuro de la cultura pop.