To Leslie | Review

Andrea Riseborough entrega una soberbia actuación como una madre soltera alcohólica que busca refugio con su familia en un impresionante debut cinematográfico de Michael Morris.
To Leslie (2022)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Michael Morris
Reparto: Andrea Riseborough, Marc Maron, Stephen Root, Allison Janney, James Landry Hébert y Matt Lauria
**Vista en screening**

La sutileza es el arma que utiliza Michael Morris a la hora de construir un drama crudo y realista sobre una madre soltera que gana $190,000 en la lotería local, el cual podría ser el suficiente dinero para cambiar su vida, como comprar una casa; Leslie tiene la intención de hacerlo, pero primero, decide comprar una ronda de bebidas, luego de esa escena la historia viaja seis años después, donde vemos a Leslie siendo desalojada de una habitación de motel lúgubre por no pagar el alquiler. Con sus pertenencias mundanas metidas en una maleta de color rosa pálido, Leslie encuentra un consuelo temporal en las oscuras comodidades del alcohol y los hombres de un antro local.

El trabajo de Riseborough hace que podamos explorar las emociones de Leslie, un personaje complejo que se presenta bajo dos luces contrastantes. El primero es el de una mujer alcohólica, una que su vida ha sido relegada a los bares tenuemente iluminados casi oscuros, donde usa lápiz labial rojo brillante con un puchero a juego, disfrutando del brillo artificial de los letreros de neón. La otra es su cara a luz del día, donde vemos a una Leslie pálida y hosca; magullada y golpeada con capilares reventados, cabello enmarañado, ropa manchada y casi siempre todavía sosteniendo un cigarro.

Sacando un pedazo de papel andrajoso de su bolsillo, Leslie tiene una lista de números de teléfono entre ellos el de su hijo, James (Owen Teague), la única persona a la que puede rogar por una segunda oportunidad y un lugar para dormir. En poco tiempo, Leslie se ha aprovechado de esa última oportunidad, lo cual la lleva a ser rechazada por su hijo y sus viejos amigos Dutch (Root) y Nancy (Janney).

La situación la lleva a tocar fondo, lo que significa que termina durmiendo a la intemperie; la vida le da una última oportunidad de hacer las cosas bien, y es en la forma de un trabajo de baja categoría como mucama de un motel. Aquí, Leslie encuentra una compasión sin reservas en Sweeney (Maron), el tonto desventurado que la contrata, le da alojamiento y comida, e incluso un adelanto de su salario, sin hacer preguntas. A medida que la pareja se acerca, comparten fragmentos de su historia de fondo y la cinematografía de Larkin Seiple se mueve lentamente entre planos intermedios a primeros planos de sus rostros, para crear una reflexión profunda entre dos personas tristes y heridas. 

Morris siempre busca enfocar nítidamente el rostro cargado de dolor de su protagonista para dejar que su actriz sea la que capture las emociones de sus espectadores, y al mismo tiempo construir un mensaje sobre las segundas oportunidades, en especial sobre la idea de “cuando nadie más cree en ti, es difícil creer en ti mismo”, lo más interesante es como el director plantea la historia sin juzgar a su personaje. 

Por esa razón, To Leslie no es la típica historia de adicciones convencional que parece ser. Sweeney no es un salvador, ni un cambiador de vida, y es extremadamente insensible en un momento particularmente difícil, e incluso cuando logran el esperado final feliz, la película continúa con otro ritmo crucial e impredecible. 

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