El debut en cine de la dramaturga y ganadora del premio Pulitzer Annie Baker, sigue la relación de una madre soltera interpretada por una brillante Julianne Nicholson con su curiosa hija en los años 90.
Janet Planet (2023)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Annie Baker
Reparto: Julianne Nicholson, Zoe Ziegler, Elias Koteas, Will Patton y Sophie Okonedo
Disponible en Max
Janet Planet es el debut cinematográfico de la famosa dramaturga Annie Baker, quien sitúa la historia en un verano de 1991 en el oeste de Massachusetts, donde Janet y su hija de 11 años, Lacy, experimentan la llegada de tres personas que impactan su vida cotidiana. El filme explora la intimidad de la relación madre-hija y los complejos lazos que se forman en un periodo de cambios y descubrimientos. A través de personajes que entran y salen de sus vidas, la cinta captura momentos que oscilan entre la calidez y el extrañamiento.
Baker debuta en el cine con un estilo introspectivo y pausado, donde su enfoque minimalista y meditativo da a la película una sensación teatral, aunque construida con un lenguaje cinematográfico fluido que conserva la atmósfera familiar de sus obras de teatro. Baker es precisa en la construcción de escenas y en la exploración de pequeños detalles: silencios, miradas, y gestos sutiles que revelan tensiones y afectos profundos entre madre e hija, así como con los visitantes que alteran su dinámica.
El trabajo de Baker destaca por su tono contemplativo, transmitiendo una cualidad nostálgica y envolvente que remite a la época retratada. La atmósfera es uno de los aspectos más valiosos, ya que evoca el ritmo lento del verano en una pequeña localidad, mientras captura las emociones de manera sincera y poética. Este enfoque puede parecer hermético o excesivamente pausado para algunos espectadores, pero quienes disfrutan de un estilo más sutil y naturalista apreciarán cómo Baker evita el dramatismo excesivo, permitiendo que la complejidad de los personajes se despliegue gradualmente.
El guion presenta un retrato íntimo y realista de la adolescencia temprana a través de la exploración de la relación madre-hija. Su principal habilidad radica en la manera en que captura las conversaciones que reflejan un conocimiento profundo y detallado de la vida cotidiana y las tensiones familiares entre ambas. La historia se desarrolla mediante interacciones ordinarias y breves encuentros que permiten experimentar de cerca la dinámica entre Janet y Lacy y la influencia de los visitantes. A través de estos encuentros, Baker ofrece reflexiones sobre temas como la búsqueda de identidad, la soledad y las aspiraciones no realizadas, sin caer en moralejas o sermones gratuitos.
El filme está estructurado en diferentes capítulos, cada uno delineado por los nombres de los intrusos que se adentran en el mundo codependiente de Janet y Lacy: primero Wayne (Will Patton), el brusco novio de Janet que vive con ella; luego una vieja amiga, Regina (Sophie Okonedo); y finalmente, un místico de la Nueva Era llamado Avi (Elias Koteas). Las escenas, como los recuerdos, son sueltas y apenas están conectadas. Saltan de un detalle a otro, marcadas por su poder de dejar huella: el pendiente de su madre, tomarse de la mano en la noche, el sonido de las campanillas de viento mientras Janet, una acupunturista, pincha a Wayne con agujas.
La fotografía enfatiza tanto los paisajes naturales como los espacios domésticos. La elección de la luz y los tonos evoca una atmósfera cálida y nostálgica, acorde con el sentimiento de una época ya pasada. La cámara mantiene una distancia prudente, sugiriendo que el espectador es un observador silencioso de los momentos privados entre los personajes, lo que añade un aire de voyeurismo y crea una conexión íntima.
El trabajo de Julianne Nicholson es brillante; la aclamada actriz entrega una actuación contenida, que con gestos, miradas o silencios logra que el personaje de Janet revele todas sus capas y complejidades emocionales de manera sutil. Su interpretación es el valor principal del filme, ya que es a través de ella que se desarrolla la historia más profunda. La debutante Zoe Ziegler también ofrece una actuación asertiva en el papel de Lacy, aportando la parte más emotiva de la trama, especialmente en los momentos donde la niña pregunta sobre las curiosidades del mundo.
En conclusión, Janet Planet es un filme con un enfoque naturalista y contemplativo que revela el estilo personal de Annie Baker. Ella sabe dónde colocar su cámara: un lente que se centra en los pequeños detalles de la vida y que busca resonar con el espectador a través de su atmósfera, sus personajes genuinos y sus silencios significativos, todo eso mientras captura la esencia de las relaciones humanas.