El director Romain Gavras crea uno de los filmes mejores filmados del año con un acto de apertura que no puedes dejar de mirar, mientras construye una trama tensa sobre el abuso policial.
Athena (2022)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Romain Gavras
Reparto: Dali Benssalah, Alexis Manenti, Anthony Bajon, Karim Lasmi y Ouassini Embarek
Disponible: Netflix
El nuevo thriller policiaco de Romain Gavras trata sobre el racismo, la violencia y la injusticia que ocurren en las calles de París; es sin dudas una de las mejores direcciones técnicas del año, lo que hace el director es espectacular y envolvente, principalmente su acto de apertura; pero pese a toda esa maravilla técnica la trama se estanca en lo que tanto está construyendo que es una revuelta juvenil y no va más allá de eso.
La trama gira entorno a unos hermanos de origen argelino que viven en la urbanización de Athena; el menor de ellos llamado Idir acaba de ser asesinado por un grupo de policías, o en todo caso por unos tipos con uniformes de policía, por atreverse a responder, dicha atrocidad es capturada en un video que se vuelve viral. Abdel (Dali Benssalah) es un héroe militar condecorado, Moktar (Ouassini Embarek) es un gánster traficante de coca y Karim (Sami Slimane) es un estudiante que está furioso por el asesinato racista de su hermano.
El filme arranca con Abdel dando una conferencia de prensa, rodeado de policías y políticos que apelan a la calma tras el asesinato del niño, mientras la investigación sigue su curso y al mismo tiempo pidiendo a la población se una a la marcha en silencio por la memoria de la víctima. En cualquier otra película, dicho momento sería un comienzo insulso, un recurso narrativo para indicarle al espectador el curso de la historia, pero aquí no es nada de eso; lo que se viene a los cinco minutos es un voltaje de adrenalina construido en varios planos secuencias donde la cámara nunca para.
En dicha conferencia está Karim (uno de los hermanos), este arroja un cóctel Molotov a los policías reunidos y luego, liderando a cientos de muchachos de Athena, lanza un extraordinario ataque a la estación de policía, robando armas y una camioneta antes de retirarse a su bastión del centro de la ciudad. Toda una impresionante secuencia de acción que nadie puede dejar de mirar.
Después de esos primeros 40 minutos que no paramos de seguir a los hermanos, la película pierde su fuerza dramática, y estamos dando vueltas a la situación de los tres hermanos. Incluso estamos cayendo en una trama secundaria sobre una teoría de la conspiración acerca del racismo policial, pero el filme nunca termina de construir ya que pesa más lo técnico que el guion.
La cinta de Gavras es franca y audaz en lo que construye y el mensaje político que busca retratar, técnicamente sobresale por mucho. Pero no hay mucha complejidad humana o autenticidad en la trama que quiere construir, las actuaciones son correctas pero están al servicio de lo visual, no de lo argumental.