La nueva película de One Piece es una maravilla audiovisual, dotada de una poderosa historia central y una animación impresionante.
One Piece Film: Red (2022)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Goro Taniguchi
Disponible: estreno en cines
Por más de 20 años, One Piece ha liderado la industria del anime, marcando el camino para que otras series sigan su camino repleto de éxito y fieles fanáticos que han acompañado su apasionante historia por tanto tiempo. A lo largo de su historia y mitología, se han estrenado hasta la fecha 15 producciones cinematográficas, unas mejor que otras, en las que One Piece Film: Red se posiciona como una de las propuestas más sólidas y mejor ejecutadas.
La trama se enfoca en la niñez de Luffy y en especial, el caso de Uta como la músico oficial de la tripulación del Red Force, capitaneado por Shanks, uno de Los Emperadores del Mar. Por distintos motivos revelados a lo largo del filme, sus caminos se separan dejando a Uta como una niña huérfana, abandonada a su suerte en una isla prácticamente desierta, esto con el fin de que se convierta en la mejor cantante del mundo y, a la vez, sea protegida de los peligros que componen el mundo al que se vería expuesta
Partiendo de este punto, One Piece Film: Red arranca como un despliegue técnico de precisión y dinamismo, mezclando animación tradicional 2D con CGI para crear imágenes poderosas e inmersivas, cuya aparente dulzura y colores vivos irán modificándose según el curso la historia. A diferencia de otras películas de la saga, esta obra contiene una historia central poderosa: una de amor paterno y reconciliación, reflejando las implicaciones negativas que puede tener el crecer sin la guía de una figura influyente.
Cada acción tiene sus consecuencias y este es otro pilar sobre el que se apoya este filme, animado de forma impresionante por TOEI Animation bajo la mirada y colaboración de Eiichirō Oda, la menta maestra detrás del manga de One Piece. La música y banda sonora que acompañan al relato son capaces de transportar a la audiencia a la gran era de los piratas, no solo por el talento de la cantante, sino por los cambios de escenografía que acompañan cada interpretación, variando según los enfrentamientos o beats emocionales en los que se encuentra la historia.
Cada canción tiene registros distintos, desde J-Pop pasando por rock, baladas o rap, vale la pena buscar el soundtrack del relato para apreciar con detenimiento estas piezas realizadas con cariño y esmero, interpretadas por la talentosa artista japonesa Ado, pero escritas y producidas en colaboración con varios creadores diferentes. Recomendamos buscar en alguna plataforma musical las piezas que forman parte de esta película y disfrutarlas de manera individual, ya que algunas como “New Genesis” se están convirtiendo en éxitos dentro de las listas asiáticas.
Como es de esperarse, la tripulación del Sunny encabeza el amplio reparto en el que se incluyen regresos esperados y personajes queridos de otros arcos argumentales, aunque el show se lo roba de inicio a fin la joven Uta, cuyas verdaderas intenciones no serán reveladas para no dar spoilers o revelaciones innecesarias, aunque vale la pena hacer hincapié en la versatilidad y buen manejo que tienen los protagonistas de esta serie de animación japonesa.
El mayor mérito de One Piece Film Red es que en ningún momento la cinta busca forzar su entrada al canon para seguir al pie de la letra la línea central que tiene el anime de más de 1000 episodios actualmente, la película se siente relevante como obra única adaptando un conflicto en específico, por lo que es posible el sentir un interés por la relación de Uta con su padre y el resto de sus fanáticos, representando el viaje de una niña abandonada y necesitada de una figura paterna, dispuesta a acabar con todo a su paso solo por cumplir su sueño, pese a los disparatado o irreal del mismo.
Hacia el tercer acto los eventos se descontrolan, por momentos se pierde el norte y se cae la guía narrativa junto con las bases impuestas al inicio del relato en donde el centro debería ser la música, el viaje y desarrollo de Uta como idol y sus paralelismos como la hija adoptiva de Shanks el pelirrojo. Pese a algunos disparates, el filme hace honor al humor característico del anime y el cierre, que dura un poco más de lo necesario, termina por dar forma a un personaje de apariencia amigable y con buenas intenciones, que se pierde en medio de un mundo cruel, convirtiéndose en la peor versión de si misma, siempre con la música de su mano, sacándole a sus fans (dentro y fuera de la película) sonrisas y emoción con cada una de sus interpretaciones.