Anna Kendrick entrega una de sus mejores actuaciones de su carrera al mostrar el lado más vulnerable y sensible sobre el abuso emocional.
Alice,Cariño (2022)
Puntuación: ★★★
Dirección: Mary Nighy
Reparto: Anna Kendrick, Kaniehtiio Horn, Wunmi Mosaku, Charlie Carrick y Markjan Winnick
Disponible: VOD Google Play
Alice, Cariño a simple vista parece una cinta sencilla, pero esa sencillez va más allá, ya que la cinta ofrece un estudio de carácter casi psicológico sobre lo que puede ser un tipo de relación abusiva del que casi no se habla tan a menudo, una en la que el daño es emocional y mental, y no físico.
Anna Kendrick ofrece una interpretación vulnerable como una mujer joven que cree que su novio la ama, solo para descubrir lentamente todas las formas en que su posesividad está destruyendo su autoestima y erosionando su bienestar. Haciendo su debut cinematográfico, la directora Mary Nighy transforma la historia de tres amigas en una escapada aparentemente despreocupada en una meditación sobre las formas invisibles pero significativas en que las mujeres están en peligro a diario, un peligro silencioso que incluso puede ser peor que los golpes físicos.
Cuando empezamos, conocemos a Alice (Kendrick), una chica guapa que parece tener una buena vida, incluido un trabajo satisfactorio y un exitoso novio guapo que es artista llamado Simon (Charlie Carrick); pero cuando sus amigas cercanos Tess y Sophie planean unas vacaciones en el bosque solo para ellas para celebrar el cumpleaños de Tess, Alice se pone nerviosa y le miente a Simon diciéndole que se irá a un viaje de negocios. Durante la estancia de las tres en la cabaña, Tess y Sophie, empiezan a notar ciertos comportamientos extraños en Alice, unos que notan como si Simon la estuviera controlando, a pesar de que está a muchos kilómetros de distancia.
El guión en todo momento se adentra en el silencioso tormento dentro de la cabeza de Alice. Los ojos ansiosos de Kendrick ayudan a comunicar la angustia de esta mujer, una que ha sido golpeada emocionalmente por Simon, quien, según nos enteramos a través de flashbacks cortos muy bien manejados, donde vemos como la ha criticado constantemente. Estos breves momentos, insertados se sienten como heridas persistentes en la chica, y hacen que Simon se sienta intensamente presente dentro de la trama, aunque no esté en escena.
Hay que aceptar que la cinta pierde un poco fuerza en el terreno narrativo, ya que no se adentra totalmente en el tema que quiere indagar, detalle que se puede sentir un tanto débil, y la directora Mary Nighy deja que Kendrick sea el motor de su obra, donde su interpretación de una persona inteligente a la que, sin embargo, le han lavado el cerebro hasta cierto punto, se vea como un testimonio del tema, donde la actriz nominada al Oscar muestre todo su arsenal hábilmente, ya que Alice es una chica con mucha vitalidad e inteligencia, pero al mismo tiempo, se ve obstaculizada por esos pensamientos negativos sobre sí misma.
Un detalle que hace que la cinta navega en aguas extrañas, debido a que presenta simultáneamente una trama secundaria que involucra a una chica desaparecida, una que se convierte en un objeto de fascinación para Alice. Sin exagerar con la metáfora, Alice, Cariño sugiere que su protagonista ve en esta niña a una compañera con problemas, atraída por ayudarla incluso antes de que comprenda que ella misma necesita ayuda. Una trama secundaria que se entreteje con gracia en la historia principal, pero nunca termina de funcionar correctamente.
Hay que destacar la interpretación de Charlie Carrick como Simon, ya que el actor logra transmitir todo ese encanto de un hombre abusador, ya que se presenta como un chico guapo, honrado y sensible, cuyos motivos más oscuros solo se revelan después de ganarse la confianza de sus víctimas.
Alice, Cariño es un filme que se puede sentir que camina por el thriller, aunque la amenaza central está fuera de la pantalla, muy lejos de Alice y sus amigas. Kendrick, quien ha dicho que sufrió abuso psicológico en una relación pasada, extrae esencia de su trauma para mostrarnos en Alice ese sentimiento casi reflexivo, uno que es como entender algo esencial sobre relaciones tóxicas: que el daño puede no ser tan perceptible como cuando alguien abusa físicamente, pero las cicatrices están ahí y todas son iguales.