El nuevo trabajo como director de Affleck es un atractivo vistazo a la oferta que Nike le hizo a la estrella del baloncesto Michael Jordan sobre la famosa zapatilla.
Air: La Historia detrás del logo (2023)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Ben Affleck
Reparto: Matt Damon, Ben Affleck, Viola Davis, Chris Messina, Marlon Wayans, Chris Tucker, Jason Bateman, Gustaf Skarsgård y Matthew Maher
Disponible: Estreno en cines
Ben Affleck produce y dirige Air, un filme que juega bastante con su tono e inteligencia al más puro estilo clásico del cine de los noventas, para contar la verdadera historia de la entonces desvalida empresa de calzado Nike mientras cortejaba a la estrella en ascenso Michael Jordan, con la esperanza de firmarlo para un acuerdo de patrocinio.
Affleck crea un drama irresistiblemente entretenido, aunque nunca olvida que plasma una realidad capitalista, donde todo el mundo en Air quiere ganar dinero; la película ni idealiza ni condena esa actitud; simplemente muestra un enfoque que es refrescantemente honesto sobre el negocio y el mercadeo en el mundo del deporte, puede sonar despiadado, pero es la realidad.
Matt Damon interpreta a Sonny, un gurú del baloncesto de mediana edad que apuesta todo por conseguir a Jordan; él es el responsable de buscar talentos emergentes para la compañía y que firmen acuerdos de patrocinios. Pero Nike no tiene la influencia en el mundo del baloncesto, como si sus competidores Adidas y Converse, además la división de baloncesto se encuentra en crisis y podría cerrar. Decidido a mantener su trabajo, Sonny sugiere un plan radical: arrojar todo su presupuesto de baloncesto a Michael Jordan, quien acaba de ser reclutado en la NBA y podría ser una superestrella. El problema es que Nike escuchó que Jordan no está interesado en la compañía, lo que lleva a Sonny a tomar medidas más fuertes como ir directamente a cortejar a la madre de Jordan, Deloris interpretada bellamente por la ganadora del Oscar Viola Davis.
Para nadie es un secreto de como termina la historia: una relación lucrativa y duradera de Jordan con Nike, pero aun así, el animado guión de Alex Convery está construido con suficientes personajes carismáticos y un drama de oficina nítido que logra mantener al espectador. Air tiene un ritmo enérgico y una ejecución fluida, aunque carece de cierta profundidad en algunos de los personajes, detalle que se puede notar a la hora de comprender ciertas motivaciones. Pero el mérito aquí es para Affleck, que con el apoyo de su elenco abordan este material con la perspectiva correcta: las carreras están en juego y algunos legados penden de un hilo y, sin embargo, también hay cierta frescura en la narración que logra crear una relativa importancia a los eventos que vamos observando.
Davis es excelente para transmitir a esta madre astuta y directa. De hecho, su escena cerca del final que involucra algunas negociaciones complicadas es una joya, una que ilustra las formas en que las corporaciones a menudo explotan a los atletas para su propia prosperidad. Mientras que Damon aporta alma y vulnerabilidad a Sonny, cuyo encanto y optimismo ocultan una pizca de desesperación por debajo. Interpretando a un cínico ejecutivo de Nike, Bateman es irónicamente divertido, pero también puede ser bastante conmovedor al hablar sobre la apuesta que Sonny está haciendo con todos. Pero sin dudas el roba escenas aquí es Chris Messina, como el agente prepotente de Jordan. Messina logra darnos varios momentos que pueden rozar la caricatura, pero el encanto de Messina logra sacarlo a flote.
Affleck hace una apuesta arriesgada a la hora de como retratar a Jordan; el personaje está mayormente fuera de cámara, este es interpretado por Damian Young, y siempre lo vemos de espaldas a la cámara, aunque en cierto momento vemos al verdadero Jordan en diferentes imágenes de su vida real.
Puede ser que Air, se pueda percibir como un spot publicitario de Nike o una celebración al mundo de los negocios, pero también se puede sentir como una grandeza al legado de Jordan como figura en el deporte y en la cultura pop, y es ahí donde Affleck encuentra una manera de subvertir esas preocupaciones, haciendo que Jordan sea más grande que la vida y, en última instancia, la estrella de la película, a pesar de que apenas se vea en la pantalla.