Caleb Landry Jones se mete en la piel de un hombre con problemas psicológicos que encuentra su salvación a través de su amor por los perros, en un filme que juega con varios matices, pero cae en una narrativa básica.
Dogman (2023)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Luc Besson
Reparto: Caleb Landry Jones, Jojo T. Gibbs, Christopher Denham, Clemens Schick, John Charles Aguilar, Grace Palma y Iris Bry
Estreno en cines
Caleb Landry Jones se arrastra por los suelos, camina en silla de ruedas, rodeado por una jauría de perros de todas las razas, formas y tamaños, que son devotos de su amo y le traen prácticamente cualquier cosa, y destrozan a cualquier persona que intente hacerle daño, es el protagonista de lo nuevo de Luc Besson, el más hollywoodiense de los directores franceses, cuya imaginación ha sido compensada con tramas a menudo caricaturescas mezclando acción, ciencia ficción y fantasía, pero este nuevo proyecto no es caso. Dogman carga con un tono más íntimo y reflexivo que gran parte de su filmografía, pero le cuesta superar esa narración clásica e incluso básica que le construye su director.
Esta es la primera película que Besson y su esposa, la productora Virginie Besson-Silla, han hecho juntos luego de una serie de acusaciones sexuales no probadas contra el director en Francia. Meses después de su absolución por violación, Dogman se presentó en la sección de competición del festival de Venecia. El filme es una historia espeluznante que parece jugar entre las líneas de cintas como Joker, o en parte con el género literario conocido como “memorias de la miseria”. Landry Jones está soberbio, como este bicho raro marginado por la sociedad, es claro que no llega a lo que hizo en Nitram, pero el actor se entrega completamente y realiza una actuación conmovedora en un drama de acción con tintes de comedia.
El gran, pero del filme es Besson, esto debido a que el director no sabe como construir mejor una historia con un personaje intrigante sin caer en todos los recursos básicos para desentrañar por qué Douglas, el personaje de Landry Jones, está en silla de ruedas y encerrado en una escuela abandonada, rodeado de los perros a los que llama “mis bebés”. Todos esos detalles son revelados en una serie de escenas de retrospectivas y saturadas donde nuestro protagonista se la pasa hablando con una psiquiatra de la policía llamada Evelyn; las respuestas involucran una jaula, un padre violento, una madre débil y un hermano religioso y vengativo. Los breves intercambios de celda entre Douglas y Evelyn, interpretados con tranquila compostura por Jojo T. Gibbs y Landry Jones, son los mejores de Dogman, ya que ambos intérpretes logran canalizar las emociones que sienten ambos. Esta también es una configuración profundamente trillada, pero al menos hay un crujido dramático en el aire.
No ocurre lo mismo con el resto de la historia, que alcanza su punto más bajo en una secuencia ambientada en un hogar de niños que explica cómo Douglas se sintió atraído por Shakespeare y los placeres de disfrazarse y ser otra persona, a través de un drama efusivamente básico. ¿Realmente necesitamos ver tantas de sus representaciones escolares de Shakespeare? Aunque cabe destacar que ese detalle nos lleva a la gran escena del filme, que es cuando el personaje se convierte en un artista drag y hace un lip sync de la mítica canción de Edith Piaf, ‘La Foule’, sobra decir que Caleb Landry deja todo en esa escena.
Dogman parte de una idea interesante, y es que plantea que los perros de alguna manera pueden estar en sintonía con un alma solitaria, a tal punto que estos pueden cumplir sus órdenes de una manera casi telepáticamente, pero ¿cómo se construye ese vínculo, o cómo se da?, el guion nunca lo va responder, siempre lo va dejar a la interpretación del espectador, detalle que no termina de funcionar de la mejor manera, debido a que la cinta navega perdidamente en sus convicciones para hacer de esto una premisa fantástica en toda regla, en el mejor sentido de, tómalo o déjalo, lo que nos deja preguntas tales: ¿cómo Douglas entrenó a sus perros para llevar a cabo robos de joyas en villas elegantes?, o ¿cómo hizo que los perros logren entrar en la guarida de un jefe de una pandilla local y que sepa donde tiene que morder (la entrepierna)? Nuestra respuesta es muy simple, es mejor no molestarse con preguntas difíciles como estas y simplemente disfrutar de ver a muchos perritos corriendo de un lado a otro, y disfrutar de una de las mejores actuaciones del año.