Jeymes Samuel crea una propuesta arriesgada que carga con algunos momentos atrevidos y bien construidos sobre un rival poco conocido de Jesús, un Elegido alternativo que trafica con drogas llamado Clarence.
La Biblia de Clarence (2023)
Puntuación: ★ ★★
Dirección: Jeymes Samuel
Reparto: Lakeith Stanfield, RJ Cyler, Omar Sy, Anna Diop, David Oyelowo, James McAvoy, Alfre Woodard, Teyana Taylor y Benedict Cumberbatch
Disponible: Google VOD
Para nadie es un secreto la famosa historia de Jesús de Nazaret, el famoso mesías de la religión Católica; pero el atrevido Jeymes Samuel toma esa historia y la lleva a un contexto donde la ciudad de Judea el pueblo relegado está formado por personas negras, y dicho relato evangélico es sobre un rival poco conocido de Jesús, un Elegido alternativo que trafica con drogas llamado Clarence; que tuvo lugar en el momento de la crucifixión de Cristo. Es una especie de parodia, con algunos chistes agradables, cameos, créditos monolíticos de películas bíblicas, carreras de carros, concursos de gladiadores, soldados romanos con uniformes ridículos y hombres santos con el pelo largo y desordenado.
Samuel rinde homenaje directo a Life of Brian de Monty Python, pero La Biblia de Clarence tiene algo que Life of Brian no tenía: el miedo a ofender, debido a que la propuesta de Samuel no termina de arriesgar como quiere creer, ya que al final, hay una extraña solemnidad y piedad en la película, que en algún momento parece perder el coraje de sus convicciones satíricas y escépticas.
Clarence es interpretado por el siempre fascinante y seductor LaKeith Stanfield, quien como siempre logra proyectar una relajación sin esfuerzo y sé siempre logra proyectar una mirada a cámara fácil y encantadora; Incluso en los momentos de la cruz se aprecia bastante tranquilo. Stanfield es un intérprete con el que no puedes evitar sentir simpatía, aunque aquí, como a veces en el pasado, todo ese encanto y esa fascinación que genera el actor en pantalla le termina de restarle algunos puntos, ya que uno desea ver algo más, y puede ser que ese “algo más” sea que el guion no le termina de dar ese nivel de energía extra, o en este caso un poco de ira al personaje, pero tal vez ese no sea el objetivo de la historia de Samuel.
Samuel imagina de manera divertida a Clarence como el hermano gemelo del apóstol Tomás (también interpretado por Stanfield), cuyo tradicional atributo de “duda” ha sido trasplantado al nada bueno de Clarence; no cree y se gana la vida deshonestamente vendiendo marihuana. Pero Clarence debe grandes cantidades de dinero a un tipo de la ciudad, de cuya hermana (Anna Diop) está perdidamente enamorado; el dinero que pidió lo apostó en una carrera callejera, que terminó perdiendo ante la ruda María Magdalena, y ahora busca con vergüenza alguna protección contra las demandas de reembolso del mafioso. Es ahí donde ve una vía de escape cuando pretende solicitar ser un Apóstol del verdadero Jesús, y tener la protección de los Apóstoles, pero estamos claros que no cree en Jesús.
Clarence incluso quiere ser bautizado por él mismo, para la irritación de Juan el Bautista, aquí interpretado por un ingenioso David Oyelowo. Pero su descarada solicitud de ser admitido como el decimotercer apóstol es rechazada con desprecio, principalmente por Judas Iscariote (Micheal Ward), por lo que Clarence se establece en un negocio, haciendo milagros falsos y, por supuesto, no cree que haya ningún otro tipo. El dinero le llega a raudales, pero Clarence se ve asaltado por una sensación virtuosa desconocida: en lugar de utilizar el dinero para pagar sus deudas, piensa que sí ¿no debería comprar la libertad de los esclavos?
La película sabe muy bien sus intenciones, y sabe también las ideas que intenta plantear como el concepto de hacer el bien sin caer en una superstición, y es por eso que el personaje de Clarence siempre tiene muy claro que los milagros en el sentido literal son falsos o, en todo caso, no puede hacerlos, pase lo que pase, aunque anima un poco a la gente a pensar que si los hace. Y nuevamente, como Life of Brian, esta película coloca al Jesús real en la historia para que no haya dudas de que nuestro antihéroe intente hacerse pasar por el Hijo de Dios.
Pero como mencionamos, la cinta tiene todas las bases para ir más allá en sus cuestionamientos, y en su sátira, pero al final termina eludiendo sus temas como el de los milagros, o el de creer en algo, o simplemente la redención de uno mismo; y su final se va por el conocido aspecto religioso y solemne, incluso su escena final era lo bastante predecible. Siendo sinceros me hubiera gustado más, que el guion hubiera examinado más a fondo la idea que en la ciudad de Judea también hubiese personas negras, o que la figura de Jesús no fuera el típico hombre blanco con ojos azules, aunque hay un chiste intercalado con ese concepto popular que lo interpreta Benedict Cumberbatch.