Sostenida por unas brillantes actuaciones encabezadas por una gran Jessica Lange qué cautiva en este drama ambientado en el mundo de Broadway, ‘La gran Lilian Hall’ es un filme sencillo pero impactante.
La gran Lillian Hall (2024)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Michael Cristofer
Reparto: Jessica Lange, Kathy Bates, Lily Rabe, Jesse Williams y Pierce Brosnan.
Disponible en MAX
Películas como La gran Lillian Hall, son esos filmes que existen para recordarnos el nivel de leyenda que es Jessica Lange; lástima que este sea un filme para Televisión de la cadena de HBO, y por ende el nivel de impacto del filme queda disminuido en los Emmys, como ocurrió evidentemente.
La gran Lillian Hall, es un elegante drama ambientado en el mundo de Broadway bendecido con una Jessica Lange que lo absorbe todo. Es su primer papel protagonista absoluto en una película desde 2006, esto nos llega con algo de suerte, ya que originalmente el filme lo iba protagonizar Meryl Streep, como venía ocurriendo en los últimos años, pero el destino nos hizo tener al final a Lange en el rol protagonista, que en los últimos años la hemos visto más en roles de miniseries, especialmente de la mano de Ryan Murphy (American Horror Story o en la primera temporada de Feud donde inmortalizó a nada más que a Joan Crawford).
Como dijimos, la película es de Lange, su actuación es tan impresionante como emocionante. La actriz hace un doble riesgo, ya que actúa tanto en la vida real de su personaje, como cuando este sube al escenario donde trabaja Lilian Hall, una actriz ganadora de un Tony con demencia, que se prepara para actuar en el escenario cuando descubre su enfermedad. Lillian Hall es considerada una de las grandes de Broadway, un papel protagonista en una nueva puesta en escena de El jardín de los cerezos es una elección adecuada y creíble para alguien de su estatura.
A pocas semanas de que comiencen las presentaciones, Lillian se olvida de sus líneas, se tambalea y tiene visiones de su difunto esposo. Su asistente y amiga de toda la vida, Edith (Kathy Bates) su sufrida hija (Lily Rab) y su nuevo director David (Jesse Williams) están preocupados, aunque Lillian se mantiene firme en que todo está bien y que el espectáculo continuará, sin importar lo que cueste. Como dato peculiar, todos los actores centrales de la trama han ganado o han sido nominados al Tony, el máximo premio del mundo del teatro.
El filme de Michael Cristofer (ganador de un Tony), es un estudio de personaje centrado en una actuación protagonista espectacular, el tipo de película que podría haber tenido un estreno limitado en salas dos décadas antes por parte de Sony Pictures Classics con la intención de ganar un Oscar. Parece que ahora se trata de una película para la pantalla chica, pero, por suerte, no es una miniserie inflada en una época en la que eso se ha convertido en la opción más fácil para ganar un Emmy.
Lo mejor del filme son las deliciosas escenas entre Lange y Bates, dos mujeres de unos 70 años, criticándose suavemente en un lujoso apartamento de Manhattan, sabiendo que ambas son dos grandes profesionales del cine, de la TV y del teatro, y ambas se toman muy en serio cada línea que tienen que decir, lo que hace que captemos el nivel de reparto que tenemos en pantalla.
Cristofer sorprende por algunas decisiones que toma para contar el filme, que en ciertos casos realmente no aportan mucho, como las entrevistas indulgentes en blanco y negro a lo largo de la película que pasa intercalando en la trama, lo que hace que en ocasiones el ritmo del filme se pierda; pero todos esos tambaleos son corregidos por Lange, cuando toma el control total del espectáculo.
Tal vez el filme se queda un poco superficial a la hora de explorar el mundo cruel de Broadway, o lo que puede significar para una actriz tener demencia, pero este reparto en pantalla, y tener esos duelos entre Bates y Lange, es la suficiente recompensa para ver este filme, pero sobre todo por una Jessica Lange de otro nivel.