Fede Álvarez regresa a la franquicia de Alien a sus orígenes de terror y suspenso, pero sin ser tan ambiciosa como se podría pensar, y cargando un final que puede generar conversaciones.
Alien: Romulus (2024)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Fede Álvarez
Reparto: Cailee Spaeny, David Jonsson, Archie Renaux, Isabela Merced y Spike Fearn
Estreno en cines
Es claro y entendido que la marca Alien dentro el cine tiene una legión de fans que puede ser que para algunos no haya películas malas, solo eslabones débiles como puede ser Alien 3, o la que muchos defienden Resurrection (podemos omitir Alien vs. Depredador de la ecuación), por otro lado Prometheus y Covenant están en un limbo que ni el propio Ridley Scott sabe muy que quiso hacer o decir; entonces bajo ese panorama el listón de los últimos veinte años de la marca Alien no estaba muy difícil de superar, la pregunta correcta era, se podría llegar a la brillantez de las dos primeras, pues bien, esa tarea cayó en manos del cineasta Fede Alvarez, conocido por el remake absolutamente sombrío y brutal de Evil Dead de 2013 y la tensión sofocante de Don’t Breathe de 2016, y conociendo su hoja de vida, sabíamos cuales iban hacer sus hilos para revivir la legendaria franquicia de ciencia de ficción.
Aunque no está a la altura del terror desgarrador de los trabajos anteriores de Alvarez, Romulus es una película de ciencia ficción eficaz, que en sus venas corre lo mejor de la saga. En algún punto entre Alien y Aliens (adecuado dado su lugar en la línea temporal de la franquicia), Romulus ofrece acción de nivel de superproducción y horror visceral, todo en uno, aunque su dedicación sincera a las películas anteriores termina sintiéndose más como un fan service que como una integración orgánica.
Esta nueva aventura de Alien se desarrolla unos 100 años después de que Ellen Ripley destruyera el Nostromo. Romulus comienza en una colonia minera en algún lugar del espacio. Rain (Cailee Spaeny) está trabajando para llegar junto a Andy (David Jonsson, que se encarga de las tareas de androide sintético en esta entrega) a un sistema planetario donde el sol realmente llega a la superficie de su hogar. Sin embargo, la deuda de Rain con Weyland es interminable, y cuando su viejo amigo Tyler (Archie Renaux) se pone en contacto con ella con un plan para llegar al sistema Yvaga, no puede resistir la tentación.
En muchos sentidos, Romulus se parece a la película clásica de Alien, incluso los créditos iniciales evocan los de la película original de 1979. También Alvarez desarrolla la trama como en las dos primeras películas, que es desarrollar lentamente a los personajes y los eventos, incluso el facehuggers lo veremos casi a la media hora de haber iniciado el filme. La película incluso opta por una tecnología analógica anticuada en lugar de la tecnología elegante y moderna que hemos visto en Prometheus y Covenant.
Todo ese estilo de desarrollo que plantea el cineasta es una apuesta de doble filo, ya que por un lado emociona a los fans de la saga, pero le pasa factura a la hora de ejecutar ciertos eventos, que cuando toma personalidad esos fans service terminan siendo un tanto gratuitos, esto debido a que los momentos originales funcionan tan bien que nos lleva a cuestionar el motivo de hacerlos. Hay sustos efectivos, gore inolvidable y suficientes xenomorfos para llenar tres Nostromos. La relación entre Rain y Andy se expande considerablemente a lo largo de la película, y está muy bien ejecutada. Spaeny y Jonsson forman un gran equipo, que es lo que hace que todo funcione en la película.
Es una película bellamente filmada, que utiliza la estación espacial Romulus como un patio de juegos para la matanza, una iluminación tenue y algunas escenas de acción que provocan escalofríos mientras se acerca a la destrucción en un cinturón de asteroides.
En conclusión, Romulus es un filme que funciona mejor cuando tiene personalidad propia, cuando logra generar tensión que nos conduce al propio terror abyecto, especialmente al llegar al tercer acto que da como resultado una escena de nacimiento espeluznante y una persecución de monstruos clásica que se siente tanto de su franquicia como de una versión nueva de Alien.