Gael García Bernal entrega una de las mejores actuaciones de su carrera como un luchador de lucha libre abiertamente gay en el emotivo drama de Roger Ross Williams.
Cassandro (2023)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Roger Ross Williams
Reparto: Gael García Bernal, Roberta Colindrez, Joaquín Cosío, Raúl Castillo, Bad Bunny y Perla de la Rosa
Disponible: Prime Video
Para nadie es un secreto que la comunidad latina ha sido un tanto homofóbicas, aunque esas ideas se han ido cambiando en los últimos años y dentro de esa cultura siempre ha habido muchos estereotipos sobre como ser un hombre o una mujer, bajo ese concepto el deporte de la lucha libre, que es un deporte muy mexicano y es parte de la cultura de ese país, ha sido un ambiente un tanto machista, y a los luchadores que compiten vestidos de drag se les llamó “exóticos”, aunque la mayoría de esos hombres era heterosexuales.
Por otro lado, la historias de, sobre luchadores han estado casi siempre presente en la cinematografía mexicana, por lo que el tema no es nada extraño, y bueno el tema de las luchas libres ha ido creciendo fuera del país mexicano y ya forma parte de la cultura pop, por lo cual no es raro que llegue una película sobre un luchador mexicano contado por un cineasta norteamericano como es el ganador del Oscar Roger Ross Williams, que ahora con este filme hace su debut en el largometraje de ficción.
Cassandro, es una cinta hecha con todas las mejores intenciones, es un drama dulce y sincero basado en hechos reales que cuenta la historia de Saúl Armendáriz, un luchador abiertamente gay que saltó a la fama como exótico a principios de los 90 y revolucionó la imagen que existía de “los exóticos” en este deporte. En el filme está interpretado por la estrella mexicana Gael García Bernal, quién entrega una de las mejores actuaciones de su carrera. Saúl es divertido, contagiosamente optimista, a veces desgarradoramente vulnerable, y la entrega de Bernal es palpable en pantalla, el actor irradia un magnetismo que siempre ha tenido, y se lo habíamos visto especialmente en La mala educación, de Pedro Almodóvar, pero en Cassandro se eleva más.
La figura de Cassandro no es ajena para el cineasta; Roger Ross Williams realizó un corto documental sobre Armendáriz en 2016, The Man Without a Mask, por lo cual el director ya está familiarizado con la historia, aunque tanto el corto como el filme se siente esa mirada extranjera, sobre todo en la película cuando retrata las figuras de los luchadores que caen en los estereotipos, además de llenar el guion con las figuras estereotípicas que rodean al luchador: el promotor corrupto, la madre santa y abnegada, el novio gay enclosetado o al macho mexicano machista, haciendo que la trama caiga en lugares comunes que solemos ver en el cine de Hollywood sobre la cultura Latinoamérica.
Cuando conocemos a Saúl, lo vemos en sus inicios de su carrera en la lucha libre utilizando un alter ego masculino llamado ‘El Topo’. Como todo el mundo sabe, la lucha libre está amañada, y como Saúl es de complexión delgada, siempre se le elige como el “enano” de las peleas, el personaje al que los promotores ordenan perder contra hombres más grandes o más corpulentos, como notamos cuando Saúl está obligado a perder con tu tipo llamado Gigántico (interpretado aquí por un luchador de la vida real llamado Murder Clown). Un día el chico conoce a Sabrina (Roberta Colindrez), una luchadora, quien le sugiere que pelee como un exótico. Al principio Saúl no tiene muchas ganas; ya que para empezar, los exóticos también siempre pierden.
Cuando Saúl sube al ring por primera vez como Cassandro, acompañado por una versión mexicana de ‘I Will Survive’, lleva un leotardo estampado de leopardo cosido a partir de un vestido de su madre. Su personaje es extravagantemente gay, pero también proyecta ese orgulloso poderoso. La multitud se entusiasma con su carisma y se ríe a carcajadas, especialmente cuando se sienta encima de su oponente y lo aplasta teatralmente. Todo ese acto la cinta proyecta que el luchador se ganó al público (local y luego nacional) muy rápido, y como sabemos no fue así, haciendo que la cinta minimiza la homofobia que Armendáriz enfrentó en la vida real, cosa que el luchador ha hablado abiertamente en diferentes entrevistas, especialmente cuando habla de sus problemas con su salud mental, cosa que el filme pasa por alto.
Para ser justos, la cinta solo se centra en la figura de Cassandro como la estrella que fue y las cualidades que lo convirtieron en un pionero, como fue la alegría que proyectaba, su valor como persona, la pasión por su deporte, el amor incondicional y el apoyo de su madre, y sobre todo su confianza inquebrantable en ser él mismo, aspecto que el material le saca mucho provecho hacen que se eleve la cinta, por lo que la película termina siendo una historia inspiradora donde si uno lucha contra la adversidad se puede triunfar.