Lo nuevo de Daniel Sandu es un retrato crudo y sincero sobre las decisiones humanas de nuestro pasado
El padre que mueve montañas (2021)
Puntuación: ★★★
Dirección: Daniel Sandu
Reparto: Adrian Titieni, Elena Purea, Judith State, Valeriu Andriuta, Virgil Aioanei, Radu Botar y Petronela Grigorescu
Disponible: Netflix
La última película del escritor y director Daniel Sandu llega a la plataforma de Netflix por estos días y es un retrato crudo y sincero sobre las decisiones humanas, pero sobre todo la cinta carga con un final agridulce y al mismo tiempo triste.
La cinta hace un estudio de personaje que carga una cruz de obsesiones y de redenciones, donde el hecho de perder a su hijo lo ve como un castigo por las decisiones que tomó en el pasado. El filme genera un debate interesante (Independientemente de cómo se desarrolle la película), que es hasta dónde puede llegar una persona por ser querido, sabiendo que hay causas perdidas, o que luchar por esa persona puedes poner en riesgo la vida propia y la de otras, pero lo más interesante es que el filme es como explora la idea de cuándo es suficiente, cuando hay llegar a la aceptación de pérdida.
El padre que mueve montañas habla sobre Mircea (Adrian Titieni), un hombre divorciado a punto de tener un bebé con una mujer mucho más joven, Alina. Mientras hace algunas compras navideñas, recibe una llamada de la policía local. Su hijo ha desaparecido, junto con su novia, mientras escalaba una montaña y subía por un camino restringido. Cuando llega, es recibido por el equipo de rescate local. Las cosas se ven deprimentes y complicadas. La nieve está cayendo. Han pasado al menos dos días desde que alguien ha tenido noticias de la pareja. Y la temperatura desciende cada minuto.
Pero con esa línea de la trama, el guion va a ir explorando los sentimientos y emociones de Mircea, quien es un ex oficial de inteligencia rumano, carga con una culpa por haber dejado a su hijo y se siente responsable por no cuidar a él y a su exmujer, por lo cual encontrarlo es su forma de redención, y eso lo lleva a tomar decisiones implacables sobre la búsqueda en una montaña que cada día se cubre más de nieve y pone en peligro la vida de otros.
La cinta también habla sobre la empatía como seres humanos, la comprensión ante la pérdida y la impotencia, pero el mismo filme cuestiona ese punto, ya que hace un freno y pregunta hasta donde uno como persona puede comprender ese sufrimiento y aquí lo vemos como en un principio las personas apoyan a Mircea en la búsqueda de su hijo, lo dejan pasar directamente en el teleférico pero al pasar los días las personas se empiezan a molestar hasta llegar a un punto que le dicen que no, que tiene que hacer la fila como todas las personas.
La cinta carece de tensión, especialmente porque uno conforme va viendo la historia puede predecir cuál va ser el final, pero lo que hace realmente interesante al filme es ver como cada uno de los personajes se van derrumbando y van aceptando el final que tanto han querido negar.