Elena sabe | Review

Mercedes Morán interpreta a una mujer llamada Elena que sufre el mal del Párkinson, esta tendrá que afrontar el duelo cuando su hija Rita es encontrada muerta repentinamente. Elena Sabe es un drama profundo sobre el sufrimiento de una madre y una hija.
Elena Sabe (2023)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Anahí Berneri
Reparto: Mercedes Morán, Érica Rivas, Mey Scápola, Miranda de la Serna y Marcos Montes,
**Vista en screening**  Estreno en Netflix 24 de noviembre 

Lo nuevo de la cineasta Anahí Berneri es el viaje de una madre que padece del mal Párkinson ya en una etapa casi terminal, que se tiene que enfrentar al duelo tras la repentina muerte de su hija en circunstancias sospechosas para ella, más no para la policía ni las vecinas, ya que aparentemente se trata de un suicidio, por lo cual Elena al no obtener respuestas decide investigar por su cuenta, que eso incluye ir a visitar a la antigua amiga de su hija que vive en la ciudad. 

Morán logra crear un trabajo complejo como Elena, desde que inicia el filme le vemos como camina lento, con la ayuda de un bastón, arrastrando los pies y mirando casi siempre al suelo. Su pelo descuidado tiene demasiados colores producto de varios tintes que se ha hecho. Elena tiene 65 años, trabajó como contadora, pero debido al mal de Párkinson su vida cambió radicalmente, ahora aquella mujer erigía y poderosa es solo un recuerdo de su pasado, y en este presente apenas lucha con en ponerse en pie, algo que le cuesta hacer con la poca dignidad que le queda, su enfermedad le ha pasado factura no solo en su capacidad motriz, sino también con su memoria. 

La cinta inicia presentándonos la relación de la madre y su hija, Elena y Rita, en esos primeros minutos notamos que Elena no está no se encuentra bien no solo físicamente, sino también emocionalmente, situación que le ha afectado también a Rita, en un momento la vemos como esta se va a su recámara a llorar, para luego cobrar fuerzas y seguir con su rutina. A los pocos minutos de estas imágenes, nos enteramos de que Rita ha muerto, que se ha suicidado colgándose de en el campanario de la iglesia que frecuentaba, lo que desencadena una preocupación y desesperación por como murió su hija (Elena está segura de que la mataron y que no fue un suicidio). Pero todas las personas del pueblo, amigos y más, está claro que Rita se mató debido a la presión que tenía de cuidar a su madre, y por otras cuestiones que cargaba que no vamos a desvelar aquí, pero con vivir tan fuerte con su madre fue la gota que derramó el vaso. 

La cineasta Anahí Berneri (Un año sin amor y Alanis) se aleja de la construcción básica de fórmula policial, para trabajar mejor desde la psiquis del personaje de Elena, haciendo un trabajo de estructura no lineal, lo que nos lleva a ir descubriendo como era Elena con su hija, como era esa relación y como cambio la madre con la enfermedad. Razón por la que Berneri recurre a varios flashbacks, muy bien integrados en la trama, a tal punto que en ocasiones los mismos se mezclan con el presente del personaje. Los recuerdos que construye el filme van desde la infancia y adolescencia de Rita, hasta momentos más actuales como cuando inicia la enfermedad de Elena.  

Los mejores momentos de la cinta son las escenas que son sostenidas por intensos diálogos entre madre e hija, ya que la directora deja caer todo el peso en sus actrices (Mercedes Morán y Erica Rivas), pero como dijimos desde el inicio, la película es de Morán, la forma en como plasma la desmejorada salud de Elena, hace que su caracterización sea la gran fuerza de su trabajo y del filme.

El personaje de Rita queda un poco desdibujado, ya que muchas de las escenas que vemos son recuerdos de Elena, así que no sabemos al cien que tan fiel son esas memorias para comprender a Rita y su decisión de morir, si realmente fue un suicidio, o si la mataron como piensa Elena, haciendo que el personaje no sea tan complejo; consecuentemente el trabajo de Erica Rivas no logra ser tan fuerte como el de Morán, ya que no tiene muchos recursos para sacar más provecho debido al guion, cuyas idas y vueltas no todas terminan de funcionar.

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