En las profundidades del Sena | Review

Xavier Gens da una grata sorpresa debido a que afortunadamente no se queda en una idea tonta sobre ataques de tiburones, y crea todo un desarrollo emocionante y crítico.
En las profundidades del Sena (2024)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Xavier Gens
Reparto: Bérénice Bejo, Nassim Lyes, Léa Léviant y Anaïs Parello
**Vista en screening** Disponible en Netflix

Las películas sobre tiburones no son nada nuevas en el cine, incluso se pueden catalogar como películas rutinarias, ya que todos los años nos llegan filmes sobre este personaje, que al día de hoy ya son un género en sí. Pero muchas de esas cintas son mediocres o realmente malas en todo el sentido de la palabra, ya que muchas son predecibles, rutinarias, o incluso agotadoras, esto porque reciclan una y otra vez las mismas fórmulas. Es por todas esas razones, que cuando llega un filme como En las profundidades del Sena, todos nos llevamos las manos a la cabeza, debido a que sorprende, no por ser una película que tenga ideas novedosas, pero sí ofrece algo más, algo atractivo, como un escenario interesante, que lleva el frenesí de los tiburones a Francia, donde los equipos de policías y activistas luchan mientras un enorme mako nada en las profundidades del río Sena.

La cinta se desarrolla en una carrera contrarreloj cuando comienza la caza, algunos buscan destruir al depredador, mientras que otros buscan protegerlo durante un evento importante en la ciudad, haciendo así que el filme juegue con las dinámicas de los personajes a la hora de ir tomando decisiones, unas tontas pero otras aceptables. 

El director Xavier Gens (Hitman, La frontera del miedo, The Crucifixion) hace un esfuerzo notable a la hora de ir construyendo el filme, logrando hacer algo levemente divertido mientras crea algunos momentos violentos para deleitar a los espectadores. No es una experiencia visual llena de acción, pero hay oleadas de pánico con las que trabajar, y la novedad general del escenario es más que bienvenida.

Sophia (Berenice Bejo) es una científica que busca comprender las costumbres de los tiburones mako y su experiencia en las zonas contaminadas del océano. Al viajar al “séptimo continente” (la isla de plástico) con su equipo, Sophia descubre que su sujeto de investigación, un mako llamado Lilith, ha aumentado de tamaño, y carga todo su furia a varios buceadores. Tres años después, Sophia ahora es maestra y trata de mantenerse alejada de los horribles recuerdos del ataque, pero se reencuentra con su pasado a través de Mika (Lea Leviant) y Ben (Nagisa Morimoto), dos miembros del grupo activista Save Our Seas, que lograron piratear los sistemas de seguimiento colocados por Sophia al mako hace mucho tiempo y descubrieron que Lilith se encuentra ahora en el río Sena, que está a punto de albergar un importante evento de triatlón. Junto al policía Adil (Nassim Lyes), Sophia se apresura a darle sentido a la peligrosa situación, mientras Mika y Ben intentan encontrar una manera de guiar a Lilith de regreso al océano.

Lo mejor del filme es que sabe muy bien el tipo de oferta que ofrece, pero eso no deja que el cineasta utilice toda locura casi de serie B para crear una película con una carga fuerte ecológica, siendo este su principal motor, es por eso que comienza con Sophia y su equipo visitando una gran mancha de basura, en busca de señales de Lilith en medio de una pesadilla oceánica de contaminación; y luego lleva la acción a uno de los ríos más contaminados de Europa, lo que hace indicarnos que toda esa basura que llega a los ríos termina en los océanos, y es por eso que ese camino se invierte en el filme, que pasa si uno de los mayores depredadores de los océanos termina en las aguas opuestas.

Es claro que la cinta tiene varios guiños a Tiburón, que como sabemos fue la película que originó la moda de este tipo de filmes. Solo que en este caso nos vamos a la ciudad de París que acoge un importante evento deportivo y el alcalde ha invertido mucho dinero en ello, negándose a creer que Lilith esté realmente en el Sena.

En las profundidades del Sena, ciertamente se esfuerza en construir personajes, lo que ayuda a crear tensión en las escenas de ataques de tiburones como la que ocurre en las catacumbas parisinas, que ese momento el filme logra generar un pánico muy necesario a la película en ese momento; pero Gens no puede hacer que estas relaciones importen a largo plazo, por lo cual cuando ocurren ciertos eventos no hay una gran emoción convincente. 

Creo que se vale aclarar que el filme si busca alejarse un poco de lo genérico, y eso se ve en la forma que nos muestra lo ataques de tiburones, que eso puede que no cautive a algunas personas, pero la forma en que crea algunos giros con el tiburón es lo que la hace atractiva.

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