Chloé Zhao intenta darle personalidad al universo de Marvel, pero hay demasiado que explicar en una cinta que se descarrila en su magnitud y su mano autoral son solo destellos o ecos de algo que pudo ser.
Eternals (2021)
Puntuación: ★★★
Dirección: Chloé Zhao
Reparto: Angelina Jolie, Richard Madden, Gemma Chan, Kit Harington, Kumail Nanjiani, Salma Hayek y Barry Keoghan
Disponible: Estreno en cines
Para hablar del nuevo proyecto de Marvel, debemos decir que en general son películas que tienen una construcción sencilla y una fórmula que todas van encajando de una manera u otra dentro su propio mundo, todas están creadas bajo un mismo molde y para nada se les nota una personalidad o un sello de autor, son filmes que no tienen una identidad de su director, pero logran funcionar en mayor medida y cumplen con el objetivo inicial; así que ahora cuando nos enfrentamos ante este nuevo capítulo del MCU y vemos que detrás está el nombre de Chloé Zaho todo parecía indicar que este filme tendría un sello autoral y sería la primera en hacerlo, pero la realidad es otra y aquí solo tenemos destellos, ecos de su directora.
Eternals de Chloé Zhao réplica la fórmula exacta de Marvel. Si bien se nota una ligera libertad de la directora a la hora de crear algunas imágenes y sonidos, el resultado real es una película demasiada larga que nunca termina de desarrollar todas las ideas que lanza haciendo que la cinta se sienta enrevesada y poco envolvente.
En Eternals todo es grande, diciendo esto lo digo en todos los sentidos: siendo su principal valor, pero al mismo tiempo su principal problema. En términos de espectáculo visual, nos brinda hermosos planos que nos llevan a esa idea de que estamos viendo es algo cósmico o algo más enorme dentro del universo de Marvel.
La historia abarca todo el mundo y la totalidad de la civilización humana, desde Mesopotamia hasta el Londres actual, desde el interior de Australia hasta la antigua Babilonia, dejándonos planos que van mezclando con la fotografía característica de la directora con imágenes generadas por computadora, esto se nota especialmente en las escenas donde se enfrentan los eternos con los seres conocidos “Deviants”.
En términos de grande, el filme no solo es así en el desarrollo de la trama, si no también en el número de personajes que veremos a cargo de un impresionante elenco diverso; estos incluyen a Gemma Chan, Richard Madden, Angelina Jolie, Salma Hayek, Barry Keoghan o Kumail Nanjiani. También hay una mitología épica para entendernos: incluso antes de que escuchemos una línea de diálogo, veremos tres densos párrafos que explican cómo nuestros 10 Eternos vinieron a la tierra para protegerla de los depredadores Deviants a instancias de Arishem, “el Primer Celestial”. Esto es solo los primeros diez minutos, si te sientes algo perdido, déjame decirte mala suerte: hay mucho más por venir, cuando decimos más es porque la cantidad de información que bombardea el filme viene por todos lados.
Los Eternals son el macho alfa Ikaris de Madden, puede volar y disparar rayos de sus ojos, Thena de Angelina Jolie quien crea armas mágicas y es la mejor guerrera (el mejor personaje de la película), Makkari de Lauren Ridloff es súper rápida y es el personaje más desaprovechado de la historia, Gemma Chan es Sersi transforma la materia, Sprite de Lia McHugh la enteramente joven, Kumail Nanjiani como Kingo quien es una estrella de cine de Bollywood y es el alivio cómico, Barry Keoghan es Drug quien es un eterno que controla mentes y es el personaje más fascinante de todo el grupo, todos ellos están dirigidos por Salma Hakey, Ajak la líder del grupo.
Ellos han vivido por más de 7000 años en la tierra y han estado de “incógnito” ya que esa palabra la usan muy conveniente cuando favorece a la trama “¿Por qué no ayudaste a luchar contra Thanos?” pregunta razonablemente un humano común. Los eternos solo pueden intervenir cuando los Deviants están involucrados, le contesta una. Los Eternals cuando los conocemos están divididos, debido a un conflicto sobre cómo aplicar su superioridad. El poder, la responsabilidad, la lealtad y la unidad son temas primordiales de este grupo y será el motor de la historia, pero se siente un poco forzado ya que estos se vuelven a unir cuando el peligro que surge les afecta personalmente a ellos. Revelar más sería echar a perder las sorpresas de la trama y requeriría explicar términos como “la Emergencia”, “el Mahd Wy’ry” y “la Uni-Mind”, sinceramente no hay como hacerlo ya que ni el propio filme pudo.
Como dijimos al inicio, Zhao intenta darle chispa, personalidad, humanidad a todo esto, razón por la cual el centro emocional de la película es el personaje de Sersi, quien debe volver a reunir al grupo frente a una nueva amenaza, aunque todavía está dolida por su reciente ruptura con Ikaris (hace 2000 años), pero la falta de química entre los dos actores, que hay que sumarle la poca fuerza que tiene el guión en este aspecto es lo que no ayuda a encontrar esa forma que tanto busca la directora para que el espectador pueda conectar con estos seres milenarios.
Hablando de momentos gratos, hay que reconocer que vemos una escena de sexo entre dos héroes (la primera de Marvel), por otro lado hay un personaje gay que besa a su pareja, aunque ambos son momentos son fugaces da gusto que la casa del ratón se esté abriendo poco a poco.
Como dijimos, en Eternals todo es mucho, siempre están sucediendo demasiadas cosas que nunca se detiene a explicar de la mejor manera y todo lo que se desarrolla se siente como que va para otro punto o en otras palabras hacia otro clímax. La película no es exactamente aburrida, siempre hay algo, es emocionante, hay momentos interesantes, pero carece del ingenio que tiene el MCU. Siendo una de las fortalezas de la franquicia hasta la fecha es siempre tomar el tiempo para definir a cada personaje individualmente y diseñar las grandes narrativas. Aquí, todo se nos lanza a la vez y no hay un paracaídas.