Ferrari | Review

Michael Mann regresa a la gran pantalla con un potente biopic, que se aleja de los convencionalismos del género deportivo para entregar un acierto cinematográfico, con una excelente Penélope Cruz.

Ferrari (2023)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Michael Mann
Reparto: Adam Driver, Penélope Cruz, Shailene Woodley, Sarah Gadon, Gabriel Leone
Disponible: estreno en cines

Parece que los biopics, como género y moda, se encuentran más vigentes que nunca, inundando las carteleras y las salas de cine, al punto que resulta difícil seguirles el paso y, peor aún, despertando cada vez menos interés en un público que comienza a desgastarse por las fórmulas predecibles que abundan en estos productos. Ejemplos de obras de baja calidad abundan, por lo que es difícil encontrar una propuesta que se aleje de las apuestas seguras dentro de Hollywood, a menos que se trate de Ferrari, del icónico Michael Mann, quien encabeza esta biografía centrada en Enzo Ferrari, el fundador italiano de la reconocida empresa fabricante de automóviles.

Seleccionada en competencia oficial por el León de Oro en Venecia el año pasado, la película ha recaudado más de 40 millones de dólares y parte del hecho de que Ferrari es, posiblemente, la marca de automóviles de alta gamma más conocida a nivel mundial, la película decide ubicar su mirada hacia un periodo específico, la Italia postguerra en 1947, moviéndose en un periodo de 10 años hasta llegar a la Mille Miglia, competición ya desaparecida de autos deportivos, que en su momento representaba uno de los certámenes de mayor atractivo en eklcircuito.

Utilizando a Enzo como ancla, el relato busca hacer hincapié en su vida personal para mostrar con acierto la psicología detrás del personaje, la cual repercutirá en su accionar durante la película, apoyándose en un Adam Driver decente, quien pese a su pésimo acento italiano, se muestra comprometido con un papel complejo, sacando la tarea pero viéndose empequeñecido ante una extraordinaria Penélope Cruz (merecía la nominación a Mejor Actriz de Reparto en los actuales Óscar), quien interpreta a Laura Ferrari, su esposa, robándose cada escena con su presencia escénica y la explosividad que tanto le caracteriza.

Ferrari

Usando una narrativa pausada y elegante, el filme es un slow burn que profundiza en el hijo fallecido de la pareja y el cómo este evento traumático afectó su relación y la empresa que ambos dirigen, al punto que Enzo debe hacer todo tipo de movimientos con el objetivo de mantenerse a la vanguardia dentro de las competencias deportivas en las que su equipo participaba.

El ritmo lento, los vacíos argumentales e inconsistencias en el tono híper-serio que busca la película y la falta de un centro emocional claro son fallas que se le perdonan al filme gracias a la impecable dirección de Mann, quien desde un inicio prepara un tercer acto trepidante, donde las carreras elevan la calidad al no solo ser espectaculares y coherentes, sino también bellas en forma y ejecución, jugando con planos abiertos sobresalientes o close-ups agresivos donde la intensidad y la violencia visual es palpable en cada fotograma.

La edición de sonido y el montaje no se quedan atrás, haciendo de las delicias para los fanáticos de la historia de estos torneos o los seguidores de la F1, en donde solo se pueden realizar un par de recomendaciones para cualquier espectador: esperar con paciencia la última media hora del largometraje y asistir a la sala de cine más grande disponible, porque valdrá la pena.

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