Andrew Ahn nos trae una de las películas más frescas de la temporada; una comedia romántica que adapta el clásico de Jane Austen que versiona a una historia queer llena de grandes momentos y actuaciones brillantes.
Fire Island: Orgullo y Seducción (2022)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Andrew Ahn
Reparto: Joel Kim Booster, Bowen Yang, Margaret Cho, James Scully, Matt Rogers, Conrad Ricamora y Bradley Gibson
Disponible: Star Plus
El género de comedia romántica es uno de los que más se ha explotado en el cine, incluso años anteriores vivió una crisis debido a que muchas de las producciones no eran lo suficientemente atractivas para las audiencias, entre las críticas se pensaba era que ya no ofrecían nada nuevo; pero para suerte de muchos este año nos llegó una comedia romántica fresca, divertida y llena de momentos que formarán parte de la historia del cine, y esta se llama: “Fire Island: Orgullo y seducción”, si una comedia romántica queer.
Esta comedia cumple con todas las reglas fundamentales de su género lo cual le ayuda a darle una forma, la diferencia es que la lleva al mundo LGBTQ lo cual le aporta mucho, pero la piedra fundamental que hace a la cinta disfrutable y llena de escenas es que adapta la novela de Jane Austen, y no cualquiera, sino una de las más queridas de todos los tiempos, aquellas cuyas recientes adaptaciones a la pantalla grande le han valido a Keira Knightley y Renée Zellweger nominaciones al Oscar.
“Fire Island” de Andrew Ahn es un riff moderno amoroso y bienvenido de “Pride & Prejudice” desde la mirada gay, lo cual deja muy en claro que también las grandes historias son para todos los públicos, al mismo tiempo también es una meditación bellamente interpretada sobre la intimidad masculina queer en el siglo XXI. Es una comedia romántica tan ingeniosa como dulce y además la convierte hábilmente en un espacio para explorar los conceptos de amor y amistad entre hombres homosexuales de una forma tan humana.
El principal factor para conectar con la cinta es el personaje de Noah (Kim Booster) que se reúne con sus amigos para su escapada anual de una semana a Fire Island. Y así, tan rápido como hace las maletas (sabe que no necesitará nada más que bañadores y camisetas sin mangas) se deshace del chico con “material de novio” que se despierta en su cama. Porque Noah no hace relaciones. Él no compra el complejo industrial de la monogamia heteronormativa. Es por eso que le encanta ir a Fire Island, que durante décadas ha sido un destino claramente gay (esto es real).
Su mejor amigo es Howie, en grupo lo complementan el aficionado a los libros Max (Torian Miller) y el dúo dinámico Luke y Keegan (Matt Rogers y Tomas Matos). Su anfitriona es Erin de Margaret Cho (robas escenas absoluta), cuya casa se ha convertido en su refugio seguro durante años, y es posible que ya no esté allí el próximo verano. Con un sentido de urgencia de querer sacar lo mejor de este posible último viaje a Fire Island, Noah se propone ayudar a Howie a tener sexo, su forma de demostrar que se preocupa por su inseguro amigo. Pero también, claramente es una forma de procesar lo que el próximo verano puede traer.
En la trama vamos conociendo a otros personajes que van amarrando la historia, como es el caso de Charlie, el chico que Howie conoce y que Noah buscará la forma que su amigo tenga su historia de verano, pero al mismo tiempo que lo conocemos, también aparece Will, el mejor amigo de Charlie. Los fanáticos de Austen pueden saber cómo se desarrolla la trama, pero la adaptación de Kim Booster, va más allá, y busca que la película se sienta novedosa, ya que toma los ideales de nostalgia y los transforma en algo atrevido.
El filme va construyendo la comedia apunta de momentazos que involucra drogas, encuentros inoportunos, frases célebres que involucran a Marisa Tomei, así como la clásica escena de “Orgullo y Prejuicio” que no puede faltar que es una pelea bajo la lluvia, además de travesuras sudorosas en un cuarto oscuro, claramente es una adaptación de Austen salvaje y muy sexi. Lo mejor de la cinta es la forma como fluye el romance entre Noah y Will, quienes ofrecen algunos de los momentos más divertidos y sexys.
Claramente, el mensaje de la novela se mantiene, es decir, la convicción de que a veces es mejor no juzgar a los demás para no ser juzgados nosotros, pero aquí se le suma ahora que no hay que dejarse seducir por aquellos de los que nos hemos burlado tanto.