Gran Turismo | Review

El director de Distrito 9 y Elysium Neill Blomkamp crea un filme poco innovador y lleno de clichés que cae en lugares comunes pese a tener buenas interpretaciones; que al terminar de ver el filme se te queda una sensación haber visto un spot publicitario de dos horas.
Gran Turismo (2023)
Puntuación: ★★
Dirección: Neill Blomkamp
Reparto: David Harbour, Orlando Bloom, Archie Madekwe, Takehiro Hira, Darren Barnet, Josha Stradowski, Geri Halliwell Horner y Djimon Hounsou 
Disponible: En cines

Cada vez que se estrena una película del director Neill Blomkamp, uno sueña que sea un filme a la altura de su debut de 2009 District 9, una fábula de ciencia ficción que exploraba la idea de las invasiones extraterrestres para contar una historia sobre el racismo y segregación ubicada en Sudáfrica, pero con el paso de los años toda esa chispa y magia que presentó Blomkamp se ha ido diluyendo pese a mostrar ciertos destellos en sus filmes Elysium (2013) y Chappie (2015), siendo su mayor hundimiento Demonic (2021), un pseudo filme de terror futurista quedaba más pena que miedo. Ahora en 2023 regresa al cine con un filme de encargo por parte de Sony para llevar a la gran pantalla el juego de PlayStation Gran Turismo contando la historia verdadera de Jann Mardenborough.

Basada en una historia real, esta adaptación a la pantalla grande del popular simulador de carreras de PlayStation sigue a un joven jugador británico Jann Mardenborough a quien se le da la oportunidad de cambiar su simulador por una oportunidad de convertirse en un conductor profesional. Pese a tener una historia bastante inspiradora y el entusiasmo de Blomkamp por crear grandes escenas de carreras, el film te deja una sensación de que todo este esfuerzo se ha construido con el único objetivo de vender más unidades del juego, además de mucho merchandising de Nissan y Puma, el descaro de product placement aquí es de pena ajena y una falta de respecto al cine.

Archie Madekwe interpreta a Jann Mardenborough, un joven fanático de Gran Turismo que pasa la mayor parte de sus horas jugando con el simulador de carreras. Este pasa enfrentado con su padre (Djimon Hounsou lo mejor de la película), que piensa que su hijo está desperdiciando su vida, debido a que no tiene grandes planes para su futuro. Pero cuando Danny (Bloom), un emprendedor de Nissan, decide crear una competencia con los jugadores de élite de Gran Turismo para que se puedan unirse al equipo de carreras de la vida real de su compañía, liderado por el ex corredor interpretado por Harbour), Jann de repente se encuentra haciendo lo que siempre había soñado: conducir autos en las carreras más prestigiosas del mundo.  

No me voy a meter en el desarrollo del planteamiento del personaje de Bloom, ya que es un agujero de guion tremendo que el filme decide obviar, ya que los primeros 15 minutos del filme es espacio pagado de Playstation para venderte el juego y darte un tour por la historia de su creación. 

El guion encasilla a Jann en un arco narrativo tremendamente básico como el típico chico que nadie cree en él y es el rebelde de la familia. Jack su entrenador tampoco cree en él, debido a que está convencido de que un jugador no puede conducir autos de carrera. Efectivamente, Gran Turismo le dará al joven una amplia oportunidad de demostrar que todos están equivocados, y él logrará alcanzar la mayor meta de su vida; mientras que se vincula con Jack, quien podría haber sido un campeón de carreras si no fuera por un oscuro secreto fácil de adivinar.

Vista la cinta en IMAX, Gran Turismo aprovecha el formato de la pantalla grande, para elevar las secuencias de carrera lo cual le da un valor agregado para su disfrute, especialmente porque su director construye dichas escenas desde una mirada casi al nivel del suelo de las pistas, haciendo que el espectador pueda sentir una acción mucho más real de este deporte. Es claro que las secuencias de acción son lo mejor de la película, pero están lejos de estar a la altura de obras como Days Of Thunder o la obra maestra moderna del género Ford v Ferrari. Un aspecto fundamental de este tipo de películas es el sonido, pese a que está bien utilizado este apartado técnico no termina de ser un recurso tan destacado.

El principal problema de Gran Turismo es que todo el filme es predecible, no hay ni una sorpresa, no hay nada original, toda la historia es particularmente genérica y dudo mucho que la historia real sea tan cliché, el único medio susto que tiene el filme es un accidente en una de las pistas, pero como sabes que es un filme terminará con un final feliz, automáticamente sabemos que el protagonista está vivo, tendrá un trauma que lo pondrá a dudar, pero como sabemos, vendrá un personaje importante en la vida del joven y le dará un discurso prefabricado y cursi, que lo hará recapacitar para que vuelva a conducir. 

Cabe mencionar que los personajes secundarios son completamente planos sin desarrollo ni nada, incluso algunos son estereotipos básicos como el típico rival que detesta tener competencia o que la madre de Jann es apenas un personaje nominal y así los otros que aparecen. Desafortunadamente, el filme carga con una obviedad constante que como resultado, la película podría considerarse una simulación en sí misma del juego, lo que nos lleva a decir que en todo momento lo único que vimos fue un spot publicitario muy caro.

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