Mathieu Amalric deconstruye la pérdida en un filme arriesgado que difumina las líneas de la realidad con la imaginación, sostenido por la poderosa actuación de Vicky Krieps.
Hold Me Tight (2021)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Mathieu Amalric
Reparto: Vicky Krieps, Arieh Worthalter, Anne-Sophie Bowen-Chatet, Sacha Ardilly, Juliette Benveniste y Aurèle Grzesik
Disponible: Mubi
Siendo muy sinceros Hold Me Tight es un filme con el que me costó mucho conectar, ya que me perdía continuamente con la historia y no lograba entender para dónde iba o que me estaba costando, pero los últimos quince minutos de una película cambien radicalmente de opinión, y es cuando entendí lo que estaba viendo, y puedo decir que es toda una experiencia para bien y para mal.
Quiero aclarar un detalle, la primera hora y media de la cinta es ciertamente rica y evocadora gracias a la brillante actuación de Vicky Krieps, pero la narrativa es tan inconexa que impide la comprensión hasta el final. Amalric pasa rápidamente de una escena a otra sin conexión temporal o lógica, incluso aparentemente intercambiando actores con el mismo papel (una elección que luego se aclara, pero solo al final de la película).
Aquí, Krieps interpreta a Clarisse, una joven madre de dos hijos que decide dejar atrás a su familia en los primeros minutos aparentemente. Ella mantiene una conexión psíquica con ellos; su hija Lucie es una floreciente prodigio del piano y, a través de su radio, Clarisse imagina que puede escucharla ensayar. Su esposo Marc (Arieh Worthalter) también puede escuchar la voz de Clarisse, compartiendo bromas privadas y murmurando conversaciones en la cocina para el desconcierto de sus hijos. Él está haciendo todo lo posible para criarlos en su ausencia, pero incluso él lucha con el costo de la paternidad. Mientras tanto, Clarisse vive una existencia errante en el camino, tratando de llenar el vacío tanto de su familia como de una adicción mencionada brevemente con extraños en lugares desconocidos.
Sin embargo, las circunstancias reales de la separación de Clarisse de su familia se vuelven inciertas, ya que Amalric desdibuja las líneas entre lo real y lo imaginario. La película es conmovedora y emocionalmente rica a la vez que inaccesible, excluyendo la información necesaria para el espectador, cosa que por obvias razones no podemos comentar, ya que arruinaría la experiencia.
Como mencionamos la estructura de la cinta es un truco deliberado por el director, razón que nos lleva a hacer la siguiente pregunta ¿Su gran final realmente vale 90 minutos de confusión? No podemos contestar, ya que es parte de cada espectador decir si o no; aun así, es difícil cuestionar dicha decisión de montaje y de estructura.
En sí, la cinta sirve para hacer una meditación conmovedora sobre la naturaleza desorientadora y fracturada de la pérdida, particularmente con la consideración de los últimos minutos de la película y la destacada actuación de Krieps.
Hold Me Tight es una elección arriesgada, sin duda, y si vale la pena, lo hace principalmente debido al poder de su desempeño principal.