Huesera | Review

En el primer largometraje de Michelle Garza Cervera, habla de una mujer embarazada que es acosada por un ente que la persigue haciendo una metáfora sobre la depresión y la maternidad.   
FICM 2022 | Huesera (2022)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Michelle Garza
Reparto: Alfonso Dosal, Sonia Couoh, Martha Claudia Moreno, Mayra Batalla, Aída López, Samantha Castillo y Mercedes Hernández

Sostenida ​​por una excelente actuación de Natalia Solian, la cinta de Michelle Garza es como una versión mexicana de Rosemary’s Baby, cuya cinta es un viaje de pesadilla a través del lado oscuro de la maternidad que incluye gaslighting, body horror y ocultismo, toda una mezcla inquietante de feminismo y horror, que te atrapa desde el primer momento. 

La película arranca con Valeria (Solian) visitando junto a su madre el monumento de la virgen de Guadalupe para pedir ayuda divina y poder quedar embarazada, ya que ella y su amable pero insípido esposo Raúl (Alfonso Dosal) desean ser padres. Eventualmente, su deseo será concedido, pero no antes de que veamos cómo Valeria podría no ser la madre perfecta que presumiblemente ha sido presionada para convertirse. Como nos lo recuerda su familia casi tóxica, ella carece de “instinto maternal”, ya que una vez dejó caer a un niño por las escaleras mientras lo cuidaba; además un reencuentro con su exnovia Octavia, le desata varios conflictos emocionales no concluidos. 

Bajo el estrés de todo esto, Valeria comienza a tener visiones de una criatura femenina que, en el primero de los impactantes sustos de la película, se arroja desde el balcón opuesto y se rompe las piernas antes de mirarla directamente a los ojos. El ente la comienza a perseguir, prende fuego al catre que Valeria ha estado haciendo, entre otras cosas. Esta criatura es la actualización de Garza sobre el mito de Huesera de México, un espectro vaga por el desierto recolectando huesos enterrados para poder habitar el cuerpo de alguien vivo y liberarlo de su tormento: no es difícil ver la idea de la directora sobre la maternidad. 

La cinta toma esa idea del folclor mexicano y lo lleva al mundo de la maternidad, uno que es tomado con escepticismo y reserva desde la mirada de Raúl, pero es Valeria quien, tiene que lidiar no solo con el estrés de la maternidad inminente y su propio pasado, sino también con el peso de sagrado y profano que es la religión en México. 

Solian entrega una actuación que se vuelve cada vez más exigente a medida que avanzan las cosas, en especial la forma en que Valeria se aísla, para hacer que el espectador soporte todo esto junto a ella. 

Valeria está rodeada por una amplia gama de personajes bien interpretados, la mayoría de los cuales parecen disfrutar mucho haciéndola sentir mal, entre ellos la hermana Vero (Sonia Couoh) y la suegra Norma (Anahi Allue). En una escena auténticamente inquietante, quizás el elemento clave en el desmantelamiento metódico de Huesera de los valores familiares mexicanos, Valeria se ve obligada a revivir su pesadilla como niñera.

La cinta va tomando abundantes elementos del terror estándar para construir el horror que soporta el personaje. El principal problema de la cinta es su secuencia final, ya que la película parece perder su importante control sobre la credibilidad.

Las imágenes hacen un uso abundante de tropos de terror estándar, entre ellos arañas en lugares inesperados, inquietantes móviles de guardería, incluido un enorme y aterrador ojo dentro de Valeria que la mira fijamente cuando mira por primera vez el ultrasonido de su bebé. 

Destacó el trabajo sonoro, especialmente con el uso del sonido en la forma en que Valeria se truena constantemente los huesos bajo el estrés que carga, así que para los espectadores que odien ese sonido van a vivir una auténtica pesadilla. 

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