Mahamat-Saleh Haroun crea un filme que es una crítica feroz hacia la represión sexual y hacia la violencia que viven muchas mujeres en Chad. Un filme que habla sobre la supervivencia de la mujer.
Lingui (2021)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Mahamat-Saleh Haroun
Reparto: Achouackh Abakar Souleymane, Rihane Khalil Alio, Youssouf Djaoro, Briya Gomdigue y Hadje Fatime N’Goua
Disponible: MUBI
Hay películas que te dejan impactado no por su tremenda calidad cinematográfica o por ser una obra del cine que va a dejar huella en los anales de la historia, sino debido a su mensaje o a su crítica, cintas que te dejan marcado ya que te ayudan a ver una realidad que tal vez sea muy ajena a nuestra vida, pero dichas historias ocurren día a día, y es su principal valor.
Es así como la nueva película del director Mahamat-Saleh Haroun nos deja impresionados por la naturalidad con la que cuenta “Lingui”. Haroun es un cineasta nacido en Chad que regresa al cine con una película que habla sobre la vida en ese país africano. “Lingui” está ambientada a las afuera de la ciudad, en un pueblo casi marginal donde los sonidos que escuchamos son rurales y el tráfico se escucha a lo lejos, y así como escuchamos vamos viendo la vida de estas dos mujeres que por motivos de fuerza mayor les toca desafiar las ideologías impuestas por los hombres teocráticos reaccionarios del país. Hay puñaladas feroces e incluso impactantes de sexualidad y violencia que atraviesan la calma opaca y estoica.
“Lingui” significa lazos sagrados en Chad, y en la cinta se va a relacionar con los lazos de una madre con su hija, y dos hermanas, pero aparte de mostrar estas dos relaciones el conflicto principal de estas mujeres es un aborto, donde los gobernantes masculinos de la iglesia y el estado piensan que el vínculo más sagrado es entre la madre y un niño por nacer, o quizás más pertinente, entre las mujeres sumisas y los hombres autocráticos, donde una mujer tiene que hacer la voluntad de ellos. Pero más allá del aborto que tienen que vivir estas mujeres, el filme también hace referencia a la mutilación genital femenina.
“Lingui” sigue la vida de Amina, una madre soltera que tiene que fingir que su esposo está muerto; de hecho, quedó embarazada de un hombre que simplemente la abandonó. Ella se gana la vida creando estufas de alambre con materiales recuperados, principalmente de un cableado de neumáticos desechados. La mujer tiene una hija adolescente llamada María, una chica inteligente y popular en su escuela, pero está es expulsada por estar embarazada, donde la directora nunca le preocupa la vida de la niña, simplemente le importa la reputación del instituto.
En un inicio Amina se siente horrorizada por la idea de su hija sea madre soltera, pero todavía se siente más preocupada por la idea de que su hija tenga un aborto debido a las creencias religiosas que practica. Pero es esa narrativa que hace que la película se sienta mucho más humana, ya que vamos viendo el viaje de está madre que tiene que buscar lo mejor para su hija, y es donde la tensa relación que tiene madre e hija va disminuyendo, debido a que esta tiene que velar por lo más importante, y es cuidar a su hija sin importar que tenga que humillarse para poder salvarla.
Mientras Amina lucha con su propio calvario, su hermana Fanta aparece en su vida y está carga su propio dolor y es que su hija es amenazada con la mutilación genital femenina, por lo cual Fanta la busca para que le ayude a cuidar a la niña.
El filme se sostiene por las imponentes actuaciones de Achouackh Abakar cuyo rostro tranquilo y asertivo captura el dolor y la preocupación hacia su hija, cuyos primeros planos que le hace Haroun se sientan en todo momento. Por otro lado, Rihane Khalil Alio ofrece una actuación fuerte y desafiante como María.
La trama central hace que se mantenga el filme pese a tener caídas de ritmo, y en ocasiones la cinta no profundice como desea hacerlo; hay cosas que quedan sin desarrollo, pero no se puede negar el impactante tema que aborda y con la seriedad que Haroun trabaja.