Los tres mosqueteros: D’Artagnan | Review

Una nueva adaptación del clásico de Dumas que cobra fuerza en está versión totalmente francesa, divertida y llena de encanto. Aquí el joven D’Artagnan y su nueva pandilla viajan entretenidamente a través de intrigas de palacios con un elenco de primer nivel.
Los tres mosqueteros: D’Artagnan (2023)
Puntuación: ★★
½
Dirección: Martin Bourboulon
Reparto: François Civil, Eva Green, Vincent Cassel, Romain Duris, Pio Marmai, Vicky Krieps, Louis Garrel, Lyna Khoudri, Jacob Fortune-Lloyd y Oliver Jackson-Cohen
Disponible: Estreno en cines

Entre todas las ofertas comerciales mediocres de Hollywood, hay un filme venido de Francia cuya factura es superior a lo último de DC, Marvel o Super Mario, y es la nueva adaptación del clásico de Alexandre Dumas Los tres mosqueteros, que dicha cinta se toma ciertas libertades, como un cambio de personaje LGBT y un intento de asesinato de estilo moderno, pero nunca pierde la esencia de la obra original de 1844, más bien le da un refrescamiento y el aporte que sea 100% cine francés le agrega mucha más clase. Solo cabe destacar, que la historia se va a dividir en dos partes, y está es la primera entrega. 

François Civil interpreta a D’Artagnan, un aspirante a mosquetero del rey durante el siglo XVII, este viaja desde provincia a París, anhelando ser uno de los mosqueteros. El joven espadachín, solo servirá ese pintoresco término luego de un encuentro desafortunado con los veteranos tres mosqueteros: Athos (Vincent Cassel), Porthos (Pio Marmaï) y Aramis (Romain Duris) a los que accidentalmente empujó o insultado debido a su torpe manera de patán. Su impetuoso duelo es interrumpido por el arrogante cuerpo paramilitar del siniestro e intrigante cardenal Richelieu (Eric Ruf), dicha secuencia es simplemente espectacular. 

Luego de dicho encuentro D’Artagnan y la pandilla logran sobrevivir a la piedad del rey (un siempre fascinante Louis Garrel), pero se ven envueltos en un complot planeado por Richelieu para atrapar a la reina (Vicky Krieps) de traición, por tener un romance secreto con el duque de Buckingham (Jacob Fortune-Lloyd), y así el cardenal tenga un pretexto para obligar a la reina a persuadir al rey para atacar a los protestantes franceses.

Esta película también imagina una trama secundaria donde Athos es acusado de un falso cargo de asesinato, provocado por la elegante asesina a sueldo del cardenal, Milady, interpretado por Eva Green, cuyo personaje será el centro de atención en la segunda parte.

La cinta es una pieza de cine inteligente, descaradamente orgulloso de aprovechar al máximo sus recursos y darle entretenimiento al gran público. Ninguna versión anterior ha tenido tantos avances técnicos a su disposición. Hay tomas largas de seguimiento inmersivos con capas de acción que se desarrollan dentro de un marco visual. Además, la dirección logra aprovechar los impresionantes escenarios muy bien iluminados. El vestuario es fascinante, muy bien cuidado y digno de ser nominado al Oscar. 

El humor despreocupado queda muy bien establecido, como por el ejemplo, cuando en su primer día en París, D’Artagnan logra ofender a tres hombres diferentes y aceptar tres duelos diferentes esa misma tarde. Los desarrollos son a veces muy rápidos, aunque no difíciles de seguir. Justo la noche antes de llegar a la capital, D’Artagnan fue asesinado a tiros y enterrado, solo para emerger, tosiendo, de una tumba poco profunda. Hay una explicación y, como varios giros en la trama, es inteligente, como en la forma que construye varias escenas, como la típica taberna de la vieja escuela, aunque aquí Martin Bourboulon, la aleja de las bromas heterosexistas tradicionales.

Los tres mosqueteros: D’Artagnan es un film muy disfrutable, lujosamente producido y deseando ver la segunda parte de la historia creada por Martin Bourboulon.

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