Navalny | Review

Un documental estremecedor que da forma al intento de asesinato de Alekséi Navalny, líder de la oposición rusa, cuya relevancia tiene un significado especial gracias a la veracidad de los hechos.
Navalny (2022)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Daniel Roher
Documental
Disponible: HBO Max

La realidad de Alekséi Navalny es apasionante e indignante en niveles iguales, al ser quizás el mayor opositor a nivel mundial del régimen actual ruso, encabezado por Vladímir Putin. Actualmente detenido en Rusia, Navalny emerge como una figura del cambio en el panorama político de esa nación, cuya historia merece ser contada y estudiada, algo que el nuevo documental dirigido por Daniel Roher consigue al mezclar, con éxito, elementos de ficción junto con una reconstrucción minuciosa de los eventos relacionados con su intento de homicidio que tuvo lugar un 20 de agosto del 2020.

Adentrándose en una lucha desigual que se torna injusta con solo ver la superficie del problema, el filme desde el arranque nos presenta a Navalny como lo que es: un brillante activista cuya vida se encuentra constantemente en riesgo al hacer a una dictadura con discursos incendiarios y manifestaciones de orden público cuyo alcance es aún mayor gracias a la exposición y buena recepción que ha tenido el documental.

Como es de esperar, llevar a la pantalla eventos tan recientes representa un desafío para cualquier cineasta, por lo que Roher decide construir el relato apoyado en secuencias que en un principio funcionan como una explicación de los orígenes de Navalny como enemigo de Putin y de ahí saltan con una fuerza visual admirable, al mostrar sin filtros el momento en que el gobierno ruso intenta asesinarle en un vuelo de regreso a Siberia, tornando la historia en un thriller aterrador: los gritos de dolor y la ansiedad real que inundan esa secuencia es capaz de impresionar a cualquiera.

Los eventos que le siguen son igual de estremecedores, al mostrar imágenes directas de su esposa en busca de respuestas, ya que, pese a encontrarse en un hospital, su vida seguía corriendo peligro al estar dentro de instalaciones que obedecen a la dictadura de su país. Gracias a presiones de entidades internacionales, fue liberado y trasladado a un hospital en Alemania, donde se confirmó que su estado precario de salud se debía a un envenenamiento utilizado en casos similares por Vladimir Putin y sus agentes, pese a que el Kremlin negó todas las acusaciones. Según el documental, de forma irreal y casi irrespetuosa.

Partiendo de esta reconstrucción cuidadosa de los hechos, Roher no solo estuvo en el lugar y momentos indicados con su cámara, sino que es capaz de mostrar con fidelidad, la manera en que los hechos se abren ante todos los involucrados (incluyendo al público como un espectador más). Lo peor del caso, es que pese a la relevancia del tema y la seriedad detrás de su abordaje, es que hacia el final del filme, existe una sensación de incredulidad y desesperanza: Navalny representa un mártir que pasará años tras las rejas, entonces, más allá de que el documental logró una  nominación al Óscar, este tipo de proyectos bien logrados deberían servir como una oportunidad de dar a conocer la realidad de una de las dictaduras más férreas de la actualidad.

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