La última colaboración de Jordan Peele con Daniel Kaluuya es una historia intrigante, extraña con muchas imágenes audaces y fascinantes, con una historia llena de demasiadas cosas.
¡Nope! (2022)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Jordan Peele
Reparto: Daniel Kaluuya, Keke Palmer, Brandon Perea, Steven Yeun, Terry Notary y Donna Mills
Disponible: Estreno en cines
Nadie puede dudar de lo fascinante que es Jordan Peele después de sus dos películas anteriores, ya que pocos autores hoy tienen el potencial para hacer una película como Nope, donde vuelve a trabajar con Daniel Kaluuya, para explorar el horror OVNI al más puro estilo de Spielberg Close Encounters of the Third Kind o Shyamalan en Signs.
Nope es una película intrigante y extraña con imágenes audaces que juega con varios conceptos inteligentes y una premisa satisfactoria que camina entre el miedo y la diversión, incluso mientras busca explorar el horror de la industria del entretenimiento. Lo más intrigante de la cinta es su arranque, que juega con el espectador que está intentando preguntarse ¿de qué diablos trata la cinta? La respuesta, llega pasado una hora casi…
El guión de Peele está repleto de mucho material o de muchas narrativas que no todas terminan de redondear la trama, se entienden lo bastante bien en cuanto a lo que quieren decir, pero en ocasiones se sienten fuera de contexto de la trama principal. Peele, utiliza muchas imágenes ingeniosas para sostener la narrativa, que siendo sinceros es la menos pulida de la filmografía del director si la comparamos con US o Get Out.
El título del filme es la palabra “Nope”, palabra que el ser humano más pronuncia cuando está en pánico ante incursiones sobrenaturales. Aquí, seguimos a Kaluuya donde interpreta a OJ Haywood, un domador de animales que con su hermana Emerald (una actuación de alto voltaje de Keke Palmer) dirige un rancho en el valle de Santa Clarita en California, mismos que son proporcionando para producciones de cine y televisión. Estos dos, al parecer, son los tatara-tatara-tatara-nietos del jockey negro anónimo que apareció en la pionera cronofotografía en movimiento de un caballo de Eadweard Muybridge: el gran antepasado de todas las estrellas de cine, cuya historia ha sido borrada, así como muchas personas de color en la historia del cine.
La historia arranca cuando el padre de nuestro protagonista muere seis meses antes de los hechos que vamos a ir viendo. Sin hacer spoiler, la gente del pueblo donde está el rancho de OJ es visitada por un ente intergaláctico que es atraído por distintos factores al lugar, unos que no terminan de explicarse correctamente. Cuando los eventos se vuelven más frecuentes OJ y Emerald contratan la ayuda de un tipo de vigilancia llamado Angel (Brandon Perea) para establecer la existencia de esta entidad, y buscar la manera de sacar una ventaja de lo que les ocurre.
Todo eso funciona correctamente, incluso es bastante intrigante con los giros que tiene. Pero, mientras estamos en está narrativa tenemos otra, una que está relacionada con el mundo del entretenimiento de Hollywood. Cerca del rancho de OJ, hay un parque de atracciones que está dirigido por Jupe (Steven Yeun, como siempre es fascinante verlo en pantalla). Jupe es una exestrella infantil de los 90, que vivió un evento traumático cuando un chimpancé se volvió loco en el set de su programa de televisión frente a una audiencia en vivo en el estudio.
Sin dudas el arco argumental de Jupe es por mucho más interesante y complejo al tener una capa densa sobre la sociedad posmoderna y patética. Quizás toda la película debería haber sido sobre él y no sobre OJ y Emerald, o en el mejor de los casos solo de los dos hermanos, ya que al final se siente que estamos ante dos historias que ocurren en el mismo lugar pero que no terminan de funcionar correctamente al juntarlas.
Estéticamente, “Nope” es emocionante, hay grandes momentos de tensión bien construidos o escenas de terror que se te quedan grabadas gracias a la impecable fotografía Hoyte van Hoytema, mismas que nos lleva a recordar cintas como Akira de Katsuhiro Ōtomo o Los Pájaros de Alfred Hitchcock. De verdad hay que admirar “Nope” en términos de gran ambición, la entrada de Peele al canon de la ciencia ficción, es más que todo por las impresionantes escenas que iremos viendo. Pero a pesar de todos esos momentos, el filme se ve finalmente socavado debido a que no termina de amarrar todos los conceptos que busca unir como es el caso de las dos historias. Al final, lo vuelve un poco anticlimático,
Kaluuya y Palmer sobresalen por sí solos, la tremenda química entre ambos eleva el material con un buen dominio de cada plano.
Pero fuera de todo lo comentado, Nope es fascinante en lo que quiere contar y en cómo explora el terror y la acción OVNI, una exploración conectada con los mitos del rancho Haywood y las raíces de la supremacía blanca dentro de la industria de la producción cinematográfica y televisiva.