Nosferatu | Review

Robert Eggers reinterpreta el clásico del cine mudo como una pesadilla visualmente impactante y visceral, que fusiona el expresionismo alemán con técnicas modernas, consolidándose como un nuevo clásico del género. 
Nosferatu (2024)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Robert Eggers
Reparto: Bill Skarsgård, Nicholas Hoult, Aaron Taylor-Johnson, Lily-Rose Depp, Emma Corrin, Ralph Ineson y Willem Dafoe
Estreno en cines 

Robert Eggers regresa a la pantalla grande con una nueva reinterpretación contemporánea del clásico del terror del cine mudo de 1922. Esta nueva versión es una obra absorbente, casi una pesadilla de la que no hay escapatoria, donde Eggers explora la obsesión y el terror, centrándose en la relación entre Ellen Hutter (Lily-Rose Depp) y el enigmático vampiro profano, el Conde Orlok (Bill Skarsgård). Sobra decir que este Nosferatu deja su propia marca como uno de los vampiros más memorables del cine.

Ambientada en Alemania en 1838, esta nueva versión está protagonizada por Nicholas Hoult como Thomas, un joven agente inmobiliario enviado a Transilvania para reunirse con un cliente excéntrico, el conde Orlok (Skarsgård), quien está a punto de comprar una propiedad en ruinas en la ciudad natal de Thomas, Wisborg. Pero, una vez que Thomas conoce a Orlok, queda claro que esta figura amenazante tiene motivos ocultos: cazar al objeto de su misteriosa obsesión, la novia de Thomas, Ellen (Depp).

El clásico mudo de Murnau, basado en la novela Drácula de Bram Stoker de 1897, sigue siendo una película de terror tensa e inquietante, con Max Schreck como el inolvidable e inhumano Orlok. El Nosferatu de 1922 influyó en la versión de 1979 de Werner Herzog, Nosferatu the Vampyre, sin mencionar el thriller de 2000 La sombra del vampiro, una mirada imaginaria a la realización del Nosferatu original, protagonizada por Willem Dafoe como Schreck, quien resulta ser un vampiro real. (Eggers también elige a Dafoe, que apareció en las dos películas anteriores del director, en su Nosferatu). Estas diferentes iteraciones de vampiros, así como el éxito de 1992 de Francis Ford Coppola, Drácula de Bram Stoker, han mantenido vivo al indeleble monstruo de Stoker en la cultura cinematográfica durante más de un siglo.

Nosferatu

Eggers, reconocido por su meticulosa atención al detalle histórico y su habilidad para crear atmósferas inquietantes, ofrece en Nosferatu una experiencia visual que fusiona el expresionismo alemán con técnicas cinematográficas modernas. Esto hace que la película destaque, debido a la intensidad del horror visceral que el cineasta le imprime. La cinematografía de Jarin Blaschke desempeña un papel fundamental: su uso de sombras y contrastes evoca la estética del cine mudo mientras incorpora elementos contemporáneos que intensifican la sensación de inquietud y misterio que rodea a los personajes y a la propia ciudad.

La película, que comienza con un tono bastante realista, se vuelve cada vez más desconcertante una vez que el apacible Thomas llega al castillo de Orlok. Simon McBurney interpreta al poseído Herr Knock, mientras que Dafoe mastica con entusiasmo la escenografía como el Profesor Von Franz, un ocultista que rápidamente se da cuenta de que algo malvado se ha abierto camino hasta Wisborg. Las actuaciones deliberadamente intensificadas le dan a Nosferatu una bienvenida infusión de ligereza en medio del terror sofocante, al tiempo que contrastan marcadamente la sociedad elegante y privilegiada de Wisborg con la muerte y el mal insondable que representa Orlok.

Todo esto se eleva con la música de Robin Carolan, ya que cada partitura intensifica la atmósfera de la película. La banda sonora, compuesta principalmente para instrumentos de cuerda y órgano, crea una sensación de tensión y disonancia que acompaña al espectador a lo largo de la trama. La música de Carolan no solo realza los momentos más terroríficos, sino que también contribuye a la construcción de los personajes y a la evolución de la historia.

Otro punto fundamental que eleva el filme son sus actuaciones. Lily-Rose Depp, como Ellen Hutter, captura la vulnerabilidad y la fortaleza de su personaje mientras se sumerge en una espiral de terror. Por otro lado, Hoult, con su capacidad para transmitir emociones a través de su mirada, logra captar toda la evolución de Thomas: desde un hombre escéptico y ambicioso hasta alguien profundamente afectado por las experiencias traumáticas que enfrenta.

El trabajo experto de maquillaje y prótesis de David White transforma a Skarsgård en el macabro Orlok, un cadáver de uñas largas cuyo marcado acento de Transilvania acentúa su espeluznante e impresionante transformación. Skarsgård representa una fuerza de la naturaleza que no se puede detener ni razonar. A diferencia de otras películas de Drácula, no hay nada romántico o deslumbrante en el fervor de Orlok por Ellen; aquí, es simplemente un anhelo feroz y animal.

Más allá de ser una simple película de terror, Nosferatu es una exploración profunda de temas como la obsesión, la soledad y la muerte. La relación entre Nosferatu y su presa es compleja y fascinante, y Eggers logra transmitir la intensidad de esta conexión de una manera visceral.

Nosferatu de Eggers se consolida como una de las mejores películas de terror del año. Eggers ha creado una obra que perdurará en el tiempo y que se convertirá en un clásico del género. Si eres fanático del cine de terror gótico, no puedes perderte esta joya cinematográfica.

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