La hija del cineasta M. Night Shyamalan hace su debut como directora con un filme producido por su padre sobre unas criaturas míticas que habitan en los bosques irlandeses.
Observados (2024)
Puntuación: ★★½
Dirección: Ishana Shyamalan
Reparto: Dakota Fanning, Georgina Campbell, Oliver Finnegan y Olwen Fouere
Estreno en cines
La familia Shyamalan sigue creciendo dentro de la industria cinematográfica, todo bajo el control del patriarca. En agosto, la cantante Saleka Shyamalan interpretará a una estrella del pop en el thriller Trap dirigido por M Night Shyamalan, y protagonizado por Josh Hartnett, habiendo contribuido previamente con canciones para su programa de su padre Servant y el thriller de 2021 Old. Antes de eso, el cineasta nominado al Oscar también está llevando a los cines el debut como directora de su hija Ishana, una obra de terror fantástico que ocurre en los bosques de Irlanda.
Es difícil separar completamente su película de ese linaje; de hecho, el marketing obviamente insiste en que no lo hagamos, y si bien hay recordatorios del trabajo de su padre aquí, lo que es evidente que Ishana toma muchas referencias de su padre para construir el filme.
Es válido decir, que la cinta arranca muy bien, logra mantener un buen suspenso y mantiene al espectador pegado en la pantalla, lo que ayuda crear cierta intriga en la situación en la que se encuentra nuestra protagonista, Mina (Dakota Fanning). Es una solitaria estadounidense que vive en Irlanda, trabaja con tristeza en una tienda de mascotas durante el día y se relaciona con extraños por las noches.
Un día su jefe la envían en un viaje para llevar un ave exótica a un zoológico ubicado en Belfast, pero su viaje allí de alguna manera la lleva al medio de un bosque misterioso que acaba con la tecnología, en cuestión de minutos su teléfono y su automóvil se apagan. Después de intentar, y fracasar, encontrar una salida, es atraída hacia un edificio solitario donde se refugian tres personas (Georgina Campbell, Oliver Finnegan y la actriz icónica del terror Olwen Fouéré). Al llegar ellos le cuentan a Mina la situación inusual en la que se encuentran y las estrictas reglas que deben aplicarse. En ese bosque habitan unas criaturas extrañas que solo salen cuando se va la luz del sol e insisten en observar a los habitantes humanos a través de una ventana unidireccional.
Desde el momento que llega Mina al lugar, la cinta empieza a establecer una serie de preguntas de las que comenzamos a exigir respuestas satisfactorias, basadas en el pasado de Mina insinuado en flashbacks, los orígenes de las criaturas ocultas y el como esas personas acabaron en ese recinto. Pero aunque nos impulsa la necesidad de conocer los secretos de la película, convencidos de que, de tal padre, tal hija, hay un giro en el camino, está claro desde el principio que estamos siendo guiados hacia ese evento.
Ishana también escribe el guion, y lo hace de una manera elegante, aunque distrae en sus intentos de explicar la situación de Mina, o como obliga al personaje Fouéré a asumir él cada vez más molesto papel de oráculo de la película, lo que lleva a que su desarrollo sea predecible. Lo mismo ocurre en la forma en como la historia empieza a dar respuestas, ya que lo hace de una manera casi robótica.
Inicialmente, la película recuerda The Village, una película en la que también se veía a personajes obligados a obedecer reglas o arriesgarse a la ira de monstruos invisibles, solo que la diferencia con ese filme es que estaba construida sobre una base más sólida, en cambio esta, se va desmoronando poco a poco, para llegar a un último acto que no tiene sentido, y hace que todo lo bueno del inicio se olvide.
Las cosas no mejoran con una actuación desastrosamente plana de Fanning, actuando insuficientemente hasta el punto de apenas logra dar algo, incluso se nota demasiado la forma en que va recitando los diálogos superficiales como si preferiría estar en cualquier otro lugar.