Jake Gyllenhaal se transforma en un peleador de la UFC champ en el remake de ‘Road House’ que en los ochenta interpretó Patrick Swayze. Además la cinta muestra el debut en el cine de Conor McGregor campeón de la UFC.
Road House (2024)
Puntuación: ★★★
Dirección: Doug Liman
Reparto: Jake Gyllenhaal, Daniela Melchior, Billy Magnussen, Jessica Williams, Joaquim de Almeida, Conor McGregor y Lukas Gage,
Disponible: Prime Video
Siguiendo con la falta de ideas en Hollywood, nos llega un remake de la clásica Road House, que en 1989 fue protagonizada por un sudoroso Patrick Swayze. Está nueva versión corre a cargo del director de The Bourne Identity, Doug Liman, que por alguna extraña razón Amazon decidió que no iba a pasar por cines, por lo cual llega directamente a la plataforma de Prime Video.
Esta Road House, protagonizada por Jake Gyllenhaal como un portero con nudillos de bronce con un pasado tortuoso, trasladada su historia desde el honky-tonk de Missouri a los Cayos de Florida; escrita por Anthony Bagarozzi y Charles Mondry (que colaboraron en la historia con el guionista original David Lee Henry), es un entretenido y visceral, aunque a veces difícil de manejar, juegos de escenas cargadas con mucha violencia, lo que será sensacional para los que les gusten las películas con muchos momentos de alta testosterona.
Al igual que su predecesora, Elwood Dalton de Gyllenhaal es un hombre seco y a veces filosófico con excepcionales habilidades en artes marciales mixtas, que huye de una pelea que ha ido demasiado lejos (en este caso, la UFC real). Al inicio conocemos a Dalton viviendo en su automóvil en el asqueroso sur de Florida, arreglárselas con premios ganados al asustar a luchadores aficionados como Carter (Post Malone) fuera del ring con solo un destello de sus abdominales tonificados profesionalmente. Entre todo ese ruido, conocemos a Frankie, una barman que vive en los Cayos interpretada por Jessica Williams. Ella está buscando desesperadamente la ayuda de alguien para que por unos cuantos miles al mes pueda mantener la paz en el bar de su familia, y es así como conoce a Dalton, al cual le ofrece dicho trabajo.
Lo que no sabe Dalton, es que dicho establecimiento es un tanto difícil. Por razones extrañas, El Road House atrae a una cantidad desproporcionada de personajes con ataques de ira, situación que ha llevado a que los músicos que tocan en dicho lugar tengan que estar detrás de una malla metálica para protegerse. Los clientes más destructivos son una pandilla de motociclistas liderada por Dell (JD Pardo), cuya derrota 5 contra 1 ante Dalton ilustra el ligero toque de superhéroe de la película, evento que llevará a nuestro protagonista a desarrollar un ligero encuentro con el villano de turno llamado Brandt, interpretado por Billy Magnussen, que como es habitual en el actor entrega una trabajo caricaturesco.
Realmente la trama (drogas, policías corruptos, golpes, barcos, un Gyllenhaal sin camisa haciendo flexiones, etc.) es generalmente es difícil de seguir, y tampoco la película se interese en darle un punto o un norte, simplemente logra tener algún sentido, a pesar de que aparentemente se debe al dinero, la muerte y el secuestro. Lo cual está bien, aunque en detrimento, especialmente en una duración de dos horas. Road House no está interesada en la historia de Dalton (salvo su crimen que induce flashback) o sus muchos personajes secundarios sub o nada desarrollados. Eso incluye a Ellie (Daniela Melchior), una enfermera que tiene conexiones sin querer con la pandilla de matones por culpa de su padre.
Aun así, Road House para pasar un buen rato y ver algunas peleas trepidantes, cumple con su objetivo, gracias a un trabajo de acrobacias realmente impresionante, y una actuación totalmente convincente de Gyllenhaal, además de tener el “debut actoral” del campeón y animador de UFC Conor McGregor, quien se nota que se divirtió haciendo la película, a la hora de interpretar a un asesino a sueldo desquiciado. Es primitivo, contundente, ridículo y muy divertido.