“Scream” está de vuelta en esta secuela/ recuela de reinicio del clásico slasher que reúne a los actores originales con un nuevo grupo de adolescentes contra Ghostface.
Scream (2021)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett
Reparto: Courteney Cox, Neve Campbell, David Arquette, Jack Quaid, Jenna Ortega, Melissa Barrera, Marley Shelton, Kyle Gallner y Dylan Minnette
Disponible: Estreno en cines
Su título correcto es Scream, pero correctamente debería llamarse Scream 5. Pero este ha optado por el nombre como tal solo de la franquicia, buscando vender algo nuevo o en el mejor de los casos marcar su derecho propio en la historia del cine, en los términos que se ha movido la franquicia a lo largo de los años.
Como sabemos la saga de Scream se caracteriza por satirizar a las películas de terror, detalle que viene haciendo desde la película original en 1996, llegando hacer una película dentro de la misma película, llamada “Puñalada”, y en la historia se cuenta que dicha historia llegó a “Puñalada 8”, pero que los creadores de esa le pusieron simplemente “Puñalada”, algo que realmente es lo que vemos con el título de la cinta que estamos comentando, por ende podemos notar que la obra vuelve a cargar un humor bastante complejo, satírico y bastante negro.
Scream, va sobre un asesino en serie llamado Ghostface que masacraba a sus víctimas de acuerdo con las reglas de las películas de terror por conocedores del género y a quien solo se puede sobrevivir o vencer si se apegan a esas reglas, misma que tuvieron bastante relevancia en los 90.
La cinta original tenía una ironía involuntaria que hacía al espectador cómplice sobre los hechos que ocurrían, está fue creada por maestro del terror Wes Craven, quien murió en 2015, este dirigió las primeras cuatro y esta quinta película está dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett. El escritor original de Scream, Kevin Williamson, tiene un crédito de productor ejecutivo.
En esta nueva entrega estamos de regreso en Woodsboro, el pequeño pueblo donde comenzaron los problemas. Jenna Ortega interpreta a Tara, una adolescente que está sola en casa, enviando mensajes de texto a su amiga y muy molesta porque la llaman desde “teléfono fijo”. Una voz terriblemente familiar le pregunta qué películas de miedo le gustan, y el viejo y espantoso psicópata boomer se enfurece cuando Tara menciona con descaro a The Babadook, cinta de “horror elevado” el cual es aparentemente superior al canon slasher. Enfurecido la voz del teléfono se molesta aún más cuando esta comienza a hablar sobre It Follows y The Witch, Ghostface aparece en persona con su capa y máscara y se produce el caos que todos estamos deseando ver.
Tara por el poder del guión y sobrevive, un amigo de está llama a la hermana de Tara, Sam (Melissa Barrera), de la que estuvo distanciada durante mucho tiempo, quien llega al pueblo con su novio Richie (Jack Quaid) y revela un sombrío secreto sobre su conexión con los asesinatos originales (película de 1996). Después de algunas consultas con el grupo de amigos de Tara, Sam pide ayuda al policía veterano y némesis de Ghostface, Dewey Riley (David Arquette), cuya participación trae a Sidney Prescott (Neve Campbell) y Gale Riley (Courteney Cox), quienes aportan gala al verlos de regreso, aunque no tienen tanto peso como uno desearía, y más con la publicidad hecha.
La horrible verdad nos la tiran en la cara de una forma poco natural. Ghostface ahora los está involucrando en una “recuela”, una secuela de reinicio, cuyo propósito es apaciguar al fanático tóxico al presentar un elenco más joven pero respetando a los personajes originales (Riley, Sidney y Gale). Y Ghostface es el fanático más tóxico de todos, toda una crítica actual pero la obra tampoco sabe manejar correctamente.
Esta nueva cinta, juega con la nostalgia para bien y para mal. queda en un limbo entre sus ironías, sus burlas y su crítica hacia la industria del cine comercial. Los actores originales son un simple enganche para llevar gente a las salas, debido a que no aportan nada al hilo conductor que es el personaje de Sam.
Eso sí, la nueva Scream juega con bastante picardía con la nueva generación de terror independiente, de una forma con bastante respecto, y al final su propio circo termina funcionando.