Zachary Levi regresa como el desventurado héroe de DC que lucha contra el crimen en una animada y divertida secuela, que se queda a medio gas y con chistes tontos.
¡Shazam! La furia de los dioses (2023)
Puntuación: ★★½
Dirección: David F. Sandberg
Reparto: Zachary Levi, Helen Mirren, Lucy Liu, Rachel Zegler, Asher Angel, Jack Dylan Grazer, Marta Milans, Adam Brody y Djimon Hounsou
Disponible: Estreno en cines
Hay que decir las cosas como son, y es que la primera película de Shazam (2019) ha sido una de las mejores películas de su género, una que ha sido infravalorada. La primera entrega era una cinta con una visión del mundo más liviana y brillante, especialmente por su brío Gen-Z, además que se alejaba de esa oscuridad portentosa y espuria de las películas anteriores de DC, pero tampoco caía en lo ridículo a lo Marvel, era una cinta con su propia identidad, pero en esta segunda parte pierde casi todo eso que la hacía diferente, ahora nos regalan a un grupo de superhéroes, todos con rasgos de personajes caricaturescos y algunas líneas graciosas, que terminan luchando contra una amenaza invasora intergaláctica, que culmina en el habitual apocalipsis urbano CGI espectacular pero poco serio.
Asher Angel regresa como Billy Batson, un adolescente de Filadelfia que vive con unos padres y hermanos adoptivos, que cuando grita “¡Shazam!” tiene la capacidad de transformarse en un superhéroe ansioso, cuyas preocupaciones sobre el síndrome del impostor no se ven ayudadas por el hecho de que a menudo hace un lío horrible en su lucha contra el crimen. En su versión “adulta” el personaje es interpretado por Zachary Levi. Con él está su mejor amigo discapacitado Freddy Freeman, interpretado por el siempre brillante Jack Dylan Grazer (lo mejor de la película), quien, como todos los chicos, tiene un alter ego de superhéroe: el suyo es el Capitán Todopoderoso (Adam Brody), que sonríe satisfecho de sí mismo. Curiosamente, es Freddy quien aparece casi siempre como su yo adolescente vulnerable que no es un superhéroe y así eclipsa a Billy/Shazam.
En esta ocasión Billy y sus amigos deben luchar contra tres dioses griegas, las hijas de Atlas, que quieren el control absoluto del planeta Tierra cuyas razones son lo más pobre del guion. Las tres hijas de Atlas son: Hespera y Kalypso, interpretadas por Helen Mirren y Lucy Liu con sus propios atuendos absurdos, la tercera es Anthea interpretada por Rachel Zegler (West Side Story de Spielberg ), que por alguna extraña razón que el guion tampoco ayuda mucho se infiltra en el colegio de Billy. Mirren, Liu y Djimon Hounsou (como el mago anciano) se divierten un poco con sus papeles, aunque parece que no saben muy bien lo que están haciendo.
El tema de los chistes es el gran problema aquí. Es bueno tener alivios cómicos, pero cargar todo tu argumento a través de bromas y referencias a la cultura pop hace que la película se sienta débil, sin mucho desarrollo y falta de carácter a la hora de construir la trama y los personajes. Pero, entre todo eso, la cinta sabe muy bien lo que es, y eso se agradece. Hay algunas líneas de diálogo correctas más no bien escritas, el montaje en ciertos momentos se siente atropellado, hay unos cortes muy mal ejecutados, y el CGI en algunas partes se nota mucho, pero mucho.
Al final Shazam II, es más de lo mismo, solo que ahora sin personalidad pero sigue siendo agradable.