Soul of a Beast | Review

Lorenz Merz busca explorar el concepto de la paternidad temprana, la idea del amor condenado y la responsabilidad, en su segundo trabajo como director.

Soul of a Beast (2021)
Puntuación: ★★½
Dirección: Lorenz Merz
Reparto: Pablo Caprez, Ella Rumpf, Tonatiuh Radzi, Art Bllaca, Luna Wedler y Lolita Chammah
Vista en Filmin

Soul of a Beast es el segundo trabajo como director de Lorenz Merz, que ganó en la Competencia Internacional del Festival de Locarno al construir una historia humana pero donde el deseo y el delirio son los ejes de las emociones de sus personajes. Merz toma las calles de Zúrich y las convierte en una metrópolis hípster fantasmagóricamente estimulante, donde la locura camina en cada calle y acompaña al personaje protagonista.

Merz explora los conceptos de la paternidad temprana, la responsabilidad y el amor joven condenado frente a un vibrante telón de fondo multirracial y multicultural, a la hora de explorar la historia de Gabriel (Pablo Caprez), un joven que se ha separado de su novia y queda a cargo del cuidado de su pequeño hijo llamado Jamie, pero a este le cuesta asumir su nueva responsabilidad, creyendo que todavía puede vivir como su mejor amigo, en fiestas y disfrutar de la noche veraniega de Zurich, hasta llegar al punto que se enamora de Corey, la novia de su amigo Joel.

Pese a tener una historia algo interesante debido a ya la hayamos visto en otras propuestas, Soul of a Beast logra atrapar por sus imágenes y su fotografía que juega con diferentes tonos de frio, pero pierde al no tener a un protagonista tan atractivo todo, ya que la personalidad de Gabriel es lo bastante nada agradable ya que siempre toma decisiones pensando en él, y nunca logra poner en primer lugar a su hijo pequeño de uno o dos años. Aparte sin mencionar que Gabriel nunca se baña, nunca se cambia de ropa, y siempre anda todo sudado.

El mejor personaje del filme es Joel, pero lastimosamente es el menos tiempo en pantalla tiene, los largos períodos de su ausencia de ese personaje arrastran a una producción que lucha por justificar su tiempo de ejecución de 110 minutos. La mayor parte de la cinta está dedicada a las tribulaciones personales y románticas del relativamente insípido Gabriel.

Todo esto se desarrolla en medio de un contexto de creciente rareza e histrionismo casi apocalíptico. Varios animales salvajes andan sueltos por la ciudad, provocando toques de queda nocturnos y diferentes reacciones de la juventud agitada de Zúrich. Para darle el punto que quiere justificar, Merz desarrolla su ambicioso e hiperestimulado filme con mucha cámara en mano, edición taquicardia, permanentes quiebres temporales y del espacio, usando imágenes aceleradas para crear una sensación de inestabilidad física y mental, como de urgencia, pero sin sostener el motivo.

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