‘Stop Making Sense’ la película concierto definitiva

Regresa al cine Stop Making Sense, la película de concierto definitiva, donde los Talking Heads llevan al espectador a un viaje musical y visual que crece en intensidad hasta alcanzar el éxtasis.

El mundo del cine y la música han estado entrelazados desde la creación de la primera película con sonido, desarrollándose un género específico enfocado en la música: el musical. Al mismo tiempo, los conciertos han elevado su nivel de espectacularidad con juegos de luces, pantallas y otros efectos. Hoy en día, los artistas más masivos ofrecen espectáculos inolvidables, como si se tratara de teatro en vivo.

Por supuesto, el cine no se quedaría atrás, y hemos visto diferentes proyectos centrados en artistas, tanto en formato documental como en presentaciones en vivo. Recientemente, el ejemplo más exitoso es la película de Taylor Swift con The Eras Tour. En este auge de conciertos cinematográficos en la gran pantalla, regresa una de las bandas más emblemáticas del new wave con el relanzamiento del 40.º aniversario de su concierto más icónico.

Talking Heads es una banda de new wave, post-punk, art rock y avant-funk. A finales de los 70 y principios de los 80 alcanzaron la cúspide de su popularidad con clásicos del pop como Psycho Killer , Burning Down the House, Once in a Lifetime, entre otros. En ese momento de fama y éxito, decidió grabar uno de sus conciertos más memorables, que se ha convertido en uno de los más destacados de la historia del cine.

El director fue Jonathan Demme, quien, tras la fallida producción de Swing Shift, se alejó de los estudios y decidió centrarse en otros proyectos. Fue contratado para filmar cuatro conciertos en diciembre de 1983, logrando una experiencia cinematográfica extraordinaria.

Es un concierto en vivo que muestra el despliegue artístico de Talking Heads, con la maestría en cámara de Demme. La película comienza presentando a cada miembro de la banda de forma única hasta completar la alineación, con una puesta en escena vibrante y emocionante.

Desde el principio hasta el final, cada canción está grabada de manera distinta, comenzando con un travelling en picado que termina en un plano completo del cantante David Byrne. Se emplea un montaje dinámico que varía los planos para dar fluidez a la presentación.

Los demás integrantes también juegan un papel destacado, interactuando entre ellos y con el público, captados por cámaras ubicadas tanto en el escenario como entre la audiencia. La filmación en días distintos permite captar diferentes reacciones entre la banda y el público, generando una energía contagiosa en todo el espectáculo.

La cámara en mano rodea a los músicos, con cuadros que van del plano general al primer plano. Junto a una iluminación expresiva, estas técnicas marcan y resaltan la puesta en escena. Aunque el mayor disfrute será para los fans de la banda, cualquiera puede salir maravillado, gracias a un diseño sonoro envolvente que transmite la emoción del momento, como en un concierto en vivo.

En resumen, es una película para fans de Talking Heads, del new wave de los 80, o para cualquier amante de la música en general. Logra capturar la energía cruda del momento a través de la lente cinematográfica, utilizando planos secuencia, seguimientos, ángulos variados y un montaje que sabe cuándo cortar para mostrarnos imágenes increíbles. Todo esto es posible gracias al nivel de producción del espectáculo y la dedicación de los artistas.

Stop Making Sense es una experiencia sin igual en cines, que emocionará a cualquiera que la vea, y una excelente oportunidad para sumergirse en una época y un estilo musical que han dejado huella en toda una generación.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *