Super ¿Quién? | Review

Philippe Lacheau protagoniza, dirige y escribe esta nueva parodia del cine de superhéroes, en la que a un frustrado actor, se le presenta la oportunidad de su vida cuando consigue un papel en la réplica del personaje más icónico de DC. 

Super ¿Quién? (2022)
Puntuación: ★★★
Dirección: Philippe Lacheau
Reparto:  Philippe Lacheau, Élodie Fontan, Jean-Hugues Anglade, Julien Arruti, Rayane Bensetti, Tarek Boudali y Georges Corraface
Disponible: Estreno en cines

Tal vez para muchos el nombre de Philippe Lacheau no sea muy nombrado por estos lares, pero en la industria del cine francés es lo bastante potente al crear una serie de películas cómicas con sus tres mejores amigos en casi todas ellas. Ahora Lancheau y su pandilla nos llegan con su más reciente proyecto donde el actor protagoniza, dirige una parodia sobre al cansado cine de superhéroes, en la que a un frustrado actor, se le presenta la oportunidad de su vida cuando consigue el papel protagonista de una película llamada Badman, que es como una réplica del famoso personaje de DC. 

Pero ese momento de éxito se ve interrumpido cuando, tras un accidente con el coche del rodaje, haciendo que sufra un episodio amnésico que le lleva a vivir una confusión con su personaje y crea que es un superhéroe y que tiene un enemigo quién es su compañero de reparto interpretado por Georges Corraface, dicho camino también lo lleva a involucrarse con un matón que tiene amenazado a su padre, que es el inspector de policía.

Esta comedia realmente funciona mucho mejor en los momentos cómicos que los intentos de cine de “héroes” real que vemos en Marvel o algunas de DC, realmente las risas están garantizadas aunque no todos los chistes terminen funcionando y como se dice el humor es subjetivo, pero al menos te ríes en algún punto de la trama que carga con una secuencia tras otra delirante.

El guion es bastante entretenido, aunque el filme no termina de cerrar al nivel de todo lo que construye y el último acto no funciona ya que se siente forzado y rebuscado. Lacheau no desaprovecha la oportunidad de dar rienda suelta a su mala baba, con una serie de gags visuales que no dejan indiferente a nadie, abrazando un tipo de humor absurdo y políticamente incorrecto

Es gracias a esas ocurrencias tan surrealistas por lo que el filme destaca, convenciéndonos de que no es un producto olvidable, aunque la premisa argumental no da mucho más de sí.

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