Andrew Garfield interpreta al compositor de Rent, Jonathan Larson, en el debut de Lin-Manuel Miranda como director en un filme que cumple a la altura de los grandes musicales.
tick, tick… Boom! (2021)
Puntuación: ★★★★½
Dirección: Lin-Manuel Miranda
Reparto: Andrew Garfield, Alexandra Shipp, Robin de Jesus, Vanessa Hudgens, Joshua Henry, Bradley Whitford y Judith Light
Disponible: Netflix
“¿Cómo se mide la vida de un hombre o una mujer? ¿En verdades que aprendió, o en los tiempos que lloró? ¿en los puentes quemó o en la forma que murió?” es una frase que podemos escuchar en la primera canción del musical Rent, “Seasons of Love”. Esta frase, fue presentada por primera vez al público el día 26 de enero de 1996, en New York, y se convertiría en uno de los musicales más importantes de la historia de Broadway. La historia era sencilla, sobre un grupo de amigos que trataban de sobrevivir en Manhattan y lo hacía tocando un tema que era tabú en esa época: VIH. El musical fue tan exitoso, que duró 12 años en cartelera, embolsándose casi 300 millones de dólares, sin embargo, su creador, Jonathan Larson no pudo disfrutar nada de esto, pues murió un día antes, el 25 de enero de 1996 de un aneurisma cerebral con solo 35 años.
Tick tick… boom! es uno de los musicales que dejó Larson y es una pieza autobiográfica, al menos, las partes que él no inventó. Llevada a la pantalla bajo la dirección del creador de Hamilton, Lin-Manuel Miranda, que protagonizó la obra, como Larson, en su última travesía off Broadway en 2014. La historia nos muestra la vida de Jon Larson, como un aspirante a previo a cumplir 30 años, algo egoísta con su tiempo y ególatra en cuanto a su talento, trabajando a medio tiempo como mesero, mientras intenta finalizar un musical que está escribiendo. Mientras todo esto le pasa, lidia con su novia Susan, una exbailarina que encuentra trabajo fuera de la ciudad y su mejor amigo, Michael, un actor retirado que se ha establecido en el mundo de la publicidad y que está por dejar de compartir departamento con Jon, aumentando la ansiedad de nuestro protagonista, como un artista que se encuentra listo (y algo desesperado) porque su carrera explote y establecerse, de la misma forma en que la gente alrededor de él lo hace.
Durante las dos horas de metraje, la historia avanza y nos va mostrando las frustraciones del joven Larson con números musicales, donde va expresando sus frustraciones o celebrando a sus amigos, como el grandísimo número “No More”, que es exageradísimo en sus formas, pero que de alguna forma logra hacernos desear que fuera real. Para quienes siguen el mundo de los musicales de Broadway, se verán sumergidos por algunas referencias y cameos del teatro neoyorkino, y además podrá descubrir la inspiración de Larson para Rent.
Sobre las actuaciones, la ópera prima de Miranda es encabezada por un espectacular Andrew Garfield en uno de los mejores roles de su carrera y recordando que, para realizar una película biográfica no se necesitan ni ser un doble ni utilizar prostéticos para salir airosos de forma magistral. Al lado del actor británico, tenemos también al espectacular Robin de Jesús, interpretando a Michael, el mejor amigo de Jon. Alexandra Schipp, Vanessa Hudgens y Joshua Henry están más que correctos en sus roles.
La dirección puede verse desordenada, porque lo es, pero incluso en sus imperfecciones, la película logra salir airosa, mientras que todo el apartado técnico se siente algo amateur comparado con otros musicales, sin embargo, todo es parte de su encanto. Las canciones son perfectas (“Johnny can’t decide” podría ser un himno para aquellos estamos en los treinta y pocos o los veinte y muchos), aunque pecan de ser, algunas veces un poco inoportunas al entrometerse en momentos donde podemos esperar un poco más de profundidad.
Habiendo sido un año de múltiples musicales en el cine, sigue siendo demasiado pronto para celebrar el resurgimiento del género que tuvo su mayor exposición entre las décadas de 1940 y 1970, pero si lo fuera, este será un punto alto en el resurgimiento. Así que sí, esto, a pesar de haber tenido bajas expectativas es un triunfo…y una celebración a uno de los mayores genios de Broadway.