Icíar Bollaín regresa al cine con un relato sobre el perdón y las segundas oportunidades desde la mirada de la guerra terrorista española.
Maixabel (2021)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Icíar Bollaín
Reparto: Blanca Portillo, Luis Tosar, Urko Olazabal, María Cerezuela, Arantxa Aranguren, Mikel Bustamante y Bruno Sevilla
Disponible: Movistar Plus
En muchas ocasiones el cine busca contar relatos en forma de testimonio sobre un hecho o un evento que marco la historia del mundo, de un país o de algún lugar; en ocasiones ese testimonio parece mentira debido a los hechos que cuenta, pero cuando le damos el tiempo de conocer el relato sabemos que es verdad y por más que cuestionemos lo que vemos o escuchamos ese testimonio es verídico, y es en esas líneas que la nueva obra de la directora Icíar Bollaín camina, al contar el relato de una mujer llamada Maixabel, un nombre que muchos no hemos escuchado, pero en España es toda una presencia.
Basado en el caso real de Maixabel Lasa, lo nuevo de Bollaín recrea sucesos verídicos para darlos a conocer y, de alguna manera potenciar el diálogo necesario sobre un tema que ha marcado a la sociedad española por muchos años, y es que lo que hace el filme es colocar las dos caras de la moneada y darles un espacio para contar sus hechos, pero especialmente desde la mirada de la protagonista.
Maixabel es encarnada con solvencia por la gran Blanca Portillo (Volver, La Chispa de la Vida), una mujer que ha sido marcada por el dolor tras la brutal agresión sufrida por la muerte de su esposo está con el paso de los años ese sentimiento de rabia sigue muy dentro de ella, pero canaliza todo eso para ayudar a otras víctimas y es asó como acepta participar en un programa de encuentro con terroristas, concretamente con dos de los que segaron la vida de su marido una década atrás.
La cinta es pausada, se toma su tiempo a la hora de ir construyendo a los personajes especialmente con los largos diálogos, ya que la base de la cinta es saber escuchar y ponerse en el lugar del otro, y es razón por la cual la directora recrea los momentos de conversación que tienen los asesinos con Maixabel, mientras en cada frase vamos conociendo los sentimientos de cada uno, desde el hecho del porque hicieron el crimen o lo que significa aprender a vivir con el dolor de la perdida.
El filme narra con respecto y convicción absoluta, principalmente al tocar un tema muy sensible. La obra nunca juzga a ningún personaje, pero tampoco toma partido hacia ninguno, deja que simplemente las imágenes cuenten lo que pasa y sienten cada uno.
Aparte de Portillo, destacan las actuaciones de Urko Olazabal, todo un roba escenas y Luis Tosar, quien siempre está correcto. Además, la obra se subraya con la delicada partitura de Alberto Iglesias, que acompaña los momentos más sensibles de los personajes.
Al final Maixabel, es una obra pequeña pero impactante que habla sobre la idea del perdón y la reconciliación sobre las sombras y el dolor del pasado, y como seres humanos aprendemos de los errores.