Valérie Lemercier dirige e interpreta en todas sus versiones a la cantante canadiense Céline Dion en una extraña película que superpone digitalmente su rostro sobre la cabeza de una niña (da miedo).
Aline (2021)
Puntuación: ★★
Dirección: Valerie Lemercier
Reparto: Valerie Lemercier, Sylvain Marcel, Roc Lafortune, Carole Weyers, Véronique Baylaucq y Dylan Raffin.
Disponible: VOD Google Play
Seguimos con la fiebre de los biopics, especialmente el de las de estrellas de la música, y ahora toca sufrir con uno de los peores (cosa que una leyenda como Céline Dion no se merece este circo atroz); está biografía completamente extraña de la estrella canadiense, cuyas escenas iniciales harán que el público grite, apague la TV o huya de los cines, debido a la extraña decisión de poner la cara la actriz Lemercier sobre el rostro de una niña. No hay explicación lógica para esto.
Valérie Lemercier dirige y protagoniza, una versión inventada de Dion aquí llamada Aline Dieu, la menor de 14 niños criados por su formidable madre de clase trabajadora Sylvette (Danielle Fichaud). La joven Aline muestra un talento precoz para el canto y sus padres envían una cinta de demostración al productor de música Guy-Claude Kamar (Sylvain Marcel), una versión del René Angélil en la vida real, quien se convertirá en su manager, esposo y alma gemela cuando Aline comience su carrera en ascenso a la gloria de las mega ventas, que incluye con el tema del Titanic My Heart Will Go On y su famosa residencia legendaria en Las Vegas.
Uno de los detalles que hay que mencionar, es que el filme no tiene la aprobación para contar la vida de la cantante, por ende no tiene varios permisos lo que lleva que se hagan algunos cambios en la historia, por ejemplo aquí la estrella no gana el concurso de la Canción de Eurovisión, sino el “Concurso de la Canción de Dublín”. Nadie dirá la palabra “Titanic”, pero ella interpretará “My Heart Will Go On”en “la noche más grande de Hollywood” sin que los Premios de la Academia hayan sido nombrados.
Sí. Aline obtuvo la licencia de los derechos de algunas de las canciones de Dion, incluidas “Nature Boy”, “Let’s Talk About Love” la ya mencionada canción de Titanic. Es claro que no las canta Céline ni la actriz, sino la cantante francesa Victoria Sio. Sin embargo, todos los demás aspectos de “Céline” descansan sobre los hombros de la indiscutiblemente atrevida Valérie Lemercier.
Cuando decimos todos, eso incluye en la versión infantil: ¡La respuesta, horriblemente, es la propia Valérie Lemercier! Su rostro se superpone digitalmente al cuerpo de una niña de entre 10 y 12 años, un rostro que se vislumbra por primera vez mirando con picardía por encima del borde de un escenario. ¿Por qué? ¿Por qué hacer eso?, ese factor distrae, no funciona en ningún momento y para rematar da miedo, da más miedo que una película de terror.
La historia que vemos de la cantante es tratada de forma rosa, no hay mucha profundidad ni cuestionamientos, tampoco busca exponer las decisiones famosas de la artista. Lemercier pinta la relación problemática entre la joven y su manager como la clave del éxito y la felicidad de Dion. Y aunque esta película no nombra a Céline ni tiene su bendición, es un retrato absolutamente adulador que bordea la problemática de tal relación. Retrata a Aline, de 20 años, como quien tiene el control porque inicia su primer encuentro sexual, a pesar de que su manager había tenido el control de su apariencia, canciones y comportamiento durante ocho años para entonces.