Amat Escalante regresa al cine con una película policial sorprendentemente convencional que recurre a temas muy comunes en el cine mexicano.
FICM 2023 | Perdidos en la noche (2023)
Puntuación: ★★★
Dirección: Amat Escalante
Reparto: Ester Expósito, Bárbara Mori, Fernando Bonilla, Juan Daniel García Treviño y María Fernanda Osio
Amat Escalante vuelve a explorar el espectro de la corrupción, en las zonas rurales de México, donde demuestra que tratar de luchar contra el sistema siempre termina mal para quienes no tienen poder, dinero ni influencia. Sin embargo, este sombrío drama juega con ser un thriller vanguardista, pero le falta fuerza y todo su desarrollo se siente superficial, esto es básicamente una historia de un chico detective, cuyo protagonista le falta carisma y garra, quedando eclipsado por los otros personajes.
Aunque Perdidos en la noche exhibe las obsesiones familiares de Escalante y contiene escenas de sorprendente belleza y estilo, es, en el fondo, una película policial bastante convencional. Aquí salta la siguiente pregunta ¿Quién se pierde aquí en la noche?, cuya respuesta puede ser una crítica que hace Escalante hacia la hipocresía del país mexicano frente a la violencia y la corrupción (temas recurrentes en los últimos años en cine de México). Sin embargo, con respecto a la trama del filme, son literalmente cinco activistas de una pequeña comunidad a orillas de un lago en el estado de Guanajuato quienes, son vistos protestando contra la apertura de una mina de propiedad canadiense antes de ser brutalmente asesinados por la policía local.
Tres años después, Emiliano (Juan Daniel García Treviño), de veintitantos años, todavía no sabe qué le pasó a su madre, una de las cinco desaparecidas. Un día luego del accidente de un amigo, llega a un hospital donde está internado un policía moribundo que le da un aviso sobre lo ocurrido esa noche, Como era obvio, Emiliano decide tomar el asunto en sus propias manos, con la ayuda de su novia adolescente. La pista lo lleva a la excéntrica casa moderna junto al lago que vimos en las secuencias iniciales de la película.
Emiliano se infiltra en el lugar, donde conoce al artista conceptual llamado Rigo (Fernando Bonilla) y su pareja, la cantante pop llamada Carmen (Barbara Mori), estos lo contratan como personal de mantenimiento. La hija de Carmen, Mónica Aldama(Ester Expósito), una vloguera atrevida y malcriada cuya marca en las redes sociales es hacer videos en los que ella escenifica su propio suicidio, le ofrece a Emiliano un tipo de atractivo sexual descarado que incomoda a la dulce y torpemente enamorada Jazmín, aunque en el fondo Mónica es un alma vulnerable y dañada.
La trama en sí, digamos, que puede ser un episodio de la serie de Netflix Narcos: México (algunos de los cuales Escalante dirigió) por lo cual se siente una trama repetida, eso es parte del problema. Aunque, la historia tiene un destello, cuando el director decide hacer una crítica al concepto del arte moderno, montando una sátira escabrosa desde la perspectiva del trabajo de Rigo, un nihilista hastiado que explota los traumas de su país y su propia familia para su arte, aparentemente por el deseo de denunciar la injusticia, aunque sospechamos que se debe principalmente a que el shock vende. Nuevamente en un largometraje de Escalante, el sexo es prominente y se utiliza de diversas formas para explorar sentimientos o reprimirlos.
Las actuaciones son correctas especialmente Barbara Mori, quien en cada acto que aparece en pantalla llama la atención, al igual que Expósito, ambas mujeres cargan con los personajes más interesantes, haciendo que el protagonista quede eclipsado, y como espectadores solo queramos seguir viendo la historia de la madre y su hija.
Perdidos en la noche es un drama de investigación que cae a la deriva debido a que su guion se tambalea torpemente, esto porque el personaje protagonista: Emiliano no es nada interesante ni atractivo como para sostener la película. Si reconocemos que Escalante sabe como construir la atmósfera, crear escenas llena de suspenso y darnos algunos personajes muy llamativos.