Aftersun | Review

El debut de Charlotte Wells es un retrato sutil y complejo de la paternidad y el divorcio, con una brillante actuación debutante de Francesca Corio y Paul Mescal. 
FICM 2022 | Aftersun (2022)
Puntuación: ★★★★½
Dirección: Charlotte Wells
Reparto: Paul Mescal, Francesca Corio, Celia Rowlson-Hall, Kayleigh Coleman, Sally Messham y Harry Perdios

Charlotte Wells hace un debut bastante sorprendente con Aftersun, protagonizada por Paul Mescal y la recién llegada Francesca Corio, sobre un padre divorciado y su pequeña hija que toman unas vacaciones de verano discretas y con poco presupuesto en un resort turco, creando un vínculo hermoso entre padre e hija que se siente como una especie de despedida. 

La película de Wells ondula y brilla como una piscina profunda, especialmente en la forma en que Wells captura el estado de ánimo y el momento, muy al estilo de Lucrecia Martel. Con una confianza notable, deja que la película se desarrolle de forma natural, siendo los personajes quienes van llevando la historia al lugar que ella quiere contar. El relato es corto e inquietante y, engañosamente simple, pero son los detalles sutiles los que reverberan la tierna historia de este padre con su hija, siendo siempre el eje central de la película. 

Aftersun trata sobre los recuerdos de la infancia que se desgastan como una cinta que se reproduce en una cámara de video constantemente en tu mente, revelados o quizás creados por la mente que recuerda. Recuerdos dotados de una nueva conmovedora y graciosa idea de vida que creemos vivir. 

Paul Mescal, como siempre excelente, interpreta a Calum, un joven padre escocés que ha llevado de vacaciones a su hija Sophie. Son los años 90, por lo que Calum se mantiene en contacto con su casa a través de un teléfono público y Sophie se pregunta si todavía le dice “Te amo” a su madre al final de la conversación que escuchan aunque estén divorciados. A lo largo de la mayor parte de la película no sucede nada muy dramático, e incluso cuando sucede algo importante, no se enfatiza con frialdad: simplemente vemos la relación de Calum con su hija.

Soph y Calum tienen que compartir una cama doble en su habitación porque la agencia de viajes arruinó su solicitud de camas individuales. Ambos continúan sus vacaciones con bastante alegría: van a la piscina, pasan el rato, hacen karaoke, hacen excursiones de un día a puntos de interés cultural. Soph se hace amiga de un chico de su edad que juega con un tipo de videojuego con una moto junto a ella en la sala de juegos del resort. Calum la avergüenza terriblemente con sus movimientos de baile en la discoteca del hotel y su amor por el Tai Chi. En ocasiones Soph pasa el rato con unos adolescentes jugando al billar.

El encanto del filme pesa en Corio, quien ofrece un trabajo natural, y su relación con Mesacal es tan simple que de verdad crees que son padre e hija o hermanos. Su relación es una maravilla, al igual que la forma en que Wells los ha dirigido.

El filme está estructurado en términos de flashback a través del yo adulto de Soph con gran estilo, muy diferente a la forma normal en que se maneja este dispositivo de encuadre. El último paseo de Calum lejos de Soph en su memoria, es en un pasillo del aeropuerto que parece surrealista que conduce a un club nocturno donde suena David Bowie. 

Aftersun es una maravilla y una de las grandes películas del año. 

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