Boogeyman: Tu miedo es real | Review

El director Rob Savage busca sacarle aprovecho al máximo una historia aburrida de Stephen King.
Boogeyman(2023)
Puntuación: ★★★
Dirección: Rob Savage
Reparto:  Chris Messina, Sadie Harper, Vivien Lyra Blair, David Dastmalchian y Marin Ireland 
Disponible: Estreno en cines

Como sabemos muchas películas se vieron afectadas por la pandemia del 2020 e incluso algunas tomaron varias medidas para poder seguir, en otros casos varias de esos filmes buscaron la manera de poder existir, y para ello tuvieron que tomar medidas o en los mejores términos reinventarse, y es esa forma Rob Savage nos sorprendió con un filme llamado Host, una apuesta eficaz e ingeniosa. Estamos conscientes que el filme fue una película imperfecta, pero una muy grata presentación, demostrando que Savage puede hacer cosas muy interesantes con poco presupuesto. 

El nuevo proyecto de Rob Savage se mete en los laberintos de llevar a la pantalla grande otra nueva historia de Stephen King, un relato corto del escritor que es menos conocido, y cuyo título es tan genérico que ya se ha usado innumerables veces antes; pero no hay que negar que Boogeyman, es un filme de fórmula que sigue las tendencias de muchas películas de terror moderno que se quieren salir de la etiqueta “terror elevado”.

Intentando seguir la fórmula de éxito de Smile o Evil Dead Rise, los ejecutivos de Disney, también decidieron estrenar Boogeyman en cines cuando se planeó originalmente ser un estreno de transmisión, en Hulu/Star Plus, lo que tiene un poco de sentido, ya que estéticamente, la película tiene muy buena calidad, y varios sustos se disfrutan más en la pantalla grande. 

El filme sigue la historia de dolor y trauma de una familia al vivir la muerte de un ser querido. Sadie Harper y su hermana pequeña Sawyer (Sophie Thatcher de Yellowjackets y Vivien Lyra Blair de Bird Box) se están recuperando de la reciente muerte de su madre, pero no cuentan con demasiado apoyo por parte de su padre, Will (Chris Messina), un terapeuta que está lidiando con su propio duelo. Cuando un paciente desesperado aparece inesperadamente en su casa buscando ayuda, deja atrás una aterradora entidad sobrenatural que busca aprovechar el sufrimiento de la familia para saciar su alimento.

Siendo justos, Savage como sus actores hacen maravillas con la historia y guion decepcionantemente rutinario, ya que el filme logra atrapar al espectador en su inicio, debido a que Savage sabe como distraernos con unos cuantos trucos y movimientos de cámaras de lo cliché que puede ser la trama, al jugar con la idea de un mal que se une a la familia, detalle que pudo ser interesante, pero que el material se maneja con tan poco detalle, que todo ese concepto se siente torpe. 

Sin dudas, lo mejor del filme es su director, ya que logra construir escenas que pese a que sabemos lo que ocurre, busca la manera de darle algunos toques que la hacen sentir fresca, incluso esos momentos se sienten como si estuviéramos viendo una pesadilla al jugar con la luz y las sombras, esto lo ejecuta muy bien su primera hora. Otra habilidad que se nota en Savage, es la forma en que construye la atmósfera a la hora de ir creando la pesadilla, esto acompañado de su habilidoso grupo de actores, quienes trabajan duro para que la película funcione. 

El problema del filme radica en el guion, debido a que como espectadores pasamos en casi todo momento cuestionando varios eventos, especialmente en la casa. Hay ocasiones donde ocurren cosas a ciertos personajes y por casualidad nadie los escucha, cuando desde un inicio nos plantean la estructura y el diseño de dicha casa. Puede sonar como una queja tonta, pero ese detalle hace que muchos de los sucesos se sientan extraños, este detalle juega mucho con el personaje de Messina, que por conveniencia de la trama está ausente durante un tiempo en pantalla, pero siguiendo la línea del filme se supone que está en la misma casa, pero nunca escucha nada de lo que sucede. 

Al final la cinta de Rob Savage, termina siendo una película más de terror, donde se utiliza al ente como una metáfora sobre el trauma emocional, pero no termina de funcionar de la mejor forma, debido a que su último acto se cae en ritmo y tensión, pero te deja un buen sabor sobre la capacidad de Savage en sacar provecho a un material limitado.

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