¡Corre, escóndete, pelea! es una propuesta extraña que busca crear una discusión y reflexión social pero que por alguna razón nunca logra ese objetivo.
¡Corre, escóndete, pelea! (2020)
Puntuación: ★★★
Dirección: Kyle Rankin
Reparto: Thomas Jane, Radha Mitchell, Isabel May, Eli Brown, Olly Sholotan y Treat Williams
Disponible: Estreno en cines
Crear un filme es un trabajo bastante pesado, en algunos casos complicado, y es por eso que ver una película como ¡Corre, escóndete, pelea! desperdiciar su trabajo pese a tener una idea y un planteamiento más que interesante sobre un tema que ha causado conmoción en los últimos años: un tiroteo en la escuela, que es tremendamente sensible y no darle el valor suficiente para generar una conversación, termina siendo una cinta pasajera, y eso que la película nunca está hace burla hacia el tratamiento.
Vamos a decirlo, ¡Corre, escóndete, pelea! camina en un limbo de búsqueda de reflexión pero por alguna extraña razón la cinta nunca logra ese objetivo, y solo queda en el morbo y en el shock, claramente parte de la culpa que de esto no logre concretar su acción es en parte por su directorKyle Rankin y cualquier persona que leyera el guion y no se percataron que aquí había algo que no estaba funcionando correctamente.
La película fue estrenada en el Lido el año pasado (2020), es cierto que fue fuera de competencia, como parte de una alineación de Venecia de la era de la pandemia, que de otro modo se destacó por su alta calidad en casi en todos los ámbitos, ¡Corre, escóndete, pelea! ” lo hizo, para ser justos, no es un filme desteñido y está muy bien dirigido, las actuaciones cumplen especialmente Isabel May.
Aquí seguimos el día de una estudiante de último año de secundaria Zoe (Isabel May) que tiene problemas graves. Sabemos esto desde el principio porque la vemos de entrada yendo a cazar temprano con su padre, el veterinario del ejército (Thomas Jane) donde cazan a un venado, mientras su padre busca explicar una lección de vida (todo un presagio para lo que vamos a ver más adelante), ella decide omitir todo lo que pasa y se toma el momento para rematar al animal herido en lugar de dejar que muera de dolor, Zoe ha tirado una piedra en la cabeza del ciervo en cuestión.
La fuente de su angustia, pronto se revela, es la reciente muerte de su madre, presumiblemente de cáncer relacionado con la cafeína dado que cada vez que ella aparece para una pequeña y acogedora charla sobre la vida después de la muerte con su hija, no importa cuántos cadáveres estén esparcidos por el suelo, ella agarra una taza de café, momentos que solo buscan subrayar lo que sabemos o escenas que realmente no aportan a la trama.
La complejidad de la trama del personaje de Zoe es lo que realmente no logra tener una escritura correcta, la joven carga con una herida muy grave que no se ha podido reponer, y a la hora de la trama cuando inicia el tiroteo debería afectar más a la chica, pero lo que hace la cinta es proporcionarle los medios para aceptar una propuesta para una cita de graduación, finalmente quitarle una chaqueta de combate de su papá y dejar de charlar con su madre imaginaria. Ya sabes, para curar. Lástima porque todo esto se podía haber trabajado mejor y buscar una reflexión más humana.
Por otro lado, tenemos los argumentos de los jóvenes que ocasionan el tiroteo, se entienden sus causas más no tienen un sentido dentro la propuesta, volvemos a lo mismo el guion está plagado de buenas ideas que se pueden tener un efecto interesante, pero la forma en que está construida la trama de estos personajes quedan medio vacíos y todo lo que dicen o hacen son excusas para ser solo malos.
Como decimos el plan de acción de los chicos malos es notablemente enrevesado y hasta algo confuso bajo el liderazgo de un maníaco llamado Tristan (Eli Brown logra momentos muy interesantes), quién tiene serios problemas con las redes sociales y es un adolescente moderno descontento. Y en caso de que no recibamos el mensaje de su enfermiza perversidad, luego le hace una humillación a la profesora de español y, lo que es peor, pide pizza hawaiana.
Luego lo que vemos es como Zoe busca la manera de salir del instituto donde eventualmente incluso logra salir, pero después de un momento conmovedor, se vuelve para ayudar a los mismos estudiantes cuya compañía y amistad ha estado rechazando últimamente y así enfrentarse a Tristan y sus secuaces.
¡Corre, escóndete, pelea! en ningún momento plantea una narrativa sobre el porqué las decisiones de Zoe, simplemente surgen antes los hechos que van sucediendo, tampoco logra crear emociones para que el espectador conecte con las víctimas o los que provocan las acciones, incluso hay decisiones de los personajes que dejan mucho que desear y es ahí donde el filme se tambalea en su búsqueda de ser algo más.