Channing Tatum es un veterano de guerra encargado de llevar el perro de su difunto amigo a través del país en un vehículo a su funeral.
Dog: Un viaje salvaje (2022)
Puntuación: ★★★
Dirección: Reid Carolin y Channing Tatum
Reparto: Channing Tatum, Jane Adams, Ronnie Gene Blevins, Q’orianka Kilcher, Kevin Nash, Cayden Boyd y Ethan Suplee.
Disponible: Estreno en cines
Seamos bastantes honestos, si vistes el tráiler de la nueva película de Channing Tatum, ya viste la película y cuando la inicias sabes cómo va a terminar; el poco esfuerzo por contar una historia como está salta a la vista, pero todo eso tiene algo rescatable, y es que va al grano, haciendo que el espectador sepa lo que va a ver y lo que va a disfrutar.
Entonces para los amantes de los perros sin dudas está es su película, que en términos cinematográficos es una “road movie”, una cinta de carretera, en este caso entre un hombre y una perrita con una misión, que es llegar al funeral del antiguo dueño del animal.
El trabajo de Tatum es ingeniosamente calculado, tan calculado como parece aquí en una trama bastante simple. El personaje del actor es un hombre heterosexual macho pero sensible, está sin camisa, pero a veces simplemente con la camisa mojada y, lo más importante, juega con un lindo perro, un pastor belga difícil de resistir llamado Lulu que, en parte inspirado por su verdadera mascota Lulu, que murió hace tres años. Tatum interpreta a un soldado retirado que tiene que transportar a un perro difícil, que es de su difunto amigo a su funeral.
El funeral de la familia de su amigo es el domingo y “ella es la invitada de honor”, pero no volará. Así que necesitan a alguien que conduzca 1500 millas, desde el estado de Washington hasta Arizona. Si lo hace, lo volverán a poner en la rotación.
Tanto el hombre como el perro han quedado traumatizados por su tiempo sirviendo en el extranjero y el largo viaje les da a ambos la oportunidad de aprender algo del otro entre una serie de encuentros divertidos y en algunos casos entrañables.
Dicho todo esto, “Dog” es (lo siento) un escaparate sorprendentemente efectivo para el carisma y la gracia natural de Tatum, y para su crédito, clava la desesperación de este tipo: ser un soldado es todo lo que ha conocido y todo lo que sabe ser, la trama no busca nada más y todos los temas secundarios son solo un factor conductor para el personaje principal.
Por otro lado, es un placer ver a Ethan Suplee aparecer en un papel secundario (y bien interpretado). Las cosas muy buenas es la utilización del perro, especialmente cerca del final que realmente aterriza varios puntos, a pesar de lo manipuladores que pueden ser. La partitura de Thomas Newman es evocadora, incluso si se trata de temas familiares, y la cinematografía de Newton Thomas Sigel es encantadora, en esa forma muy específica de puestas de sol en un viaje por carretera que esperarías.