Mélanie Laurent vuelve colocarse detrás de cámaras para traernos un convincente psicodrama sobre mujeres sometidas a tratamientos psiquiátricos experimentales
Le bal des folles (2021)
Puntuación: ★★★ ½
Dirección: Mélanie Laurent
Reparto: Lou de Laâge, Mélanie Laurent, Gregoire Bonnet, Benjamin Voisin, Emmanuelle Bercot y Lomane de Dietrich
Disponible: Prime Video
Mélanie Laurent, es un nombre que en la última década ha estado en constante crecimiento profesional, tanto delante como detrás de las cámaras, logrando un rendimiento bastante eficaz, especialmente dentro de la industria del cine francés donde ha mostrado una evolución digna de resaltar.
Ahora la estrella se mete de lleno para traernos una cinta de época, donde logra crear una puesta en escena bastante solvente, y un vehemente melodrama psicológico donde se mezcla el romance y lo sobrenatural, ambientado en un siniestro hospital neuropsiquiátrico donde las mujeres supuestamente histéricas son encarceladas y sometidas a vigilancia clínica y a tratamientos experimentales por parte de diferentes hombres.
En esta ocasión Laurent también protagoniza el filme, y aquí interpreta a Geneviève, la enfermera jefa de dicho hospital, donde se encarga de recibir a una nueva paciente; una joven bella y educada llamada Eugénie, quien su padre decide ingresarla al centro psiquiátrico debido a que está irritado por las actitudes rebelde de su hija, especialmente luego de que ella mostrará un interés por el espiritismo cuando asegura que los muertos le hablan.
Eugénie ingresa al lugar horrorizada por la decisión de su padre y su hermano, con quien comparte un vínculo de hermandad. Al llegar al hospital la joven es sometida a diferentes tratos crueles de dolor físico como psicológico, pero al mismo tiempo también observa como torturan a las otras mujeres, incluso se percata de como abusan sexualmente de una de ella, Louise: interpretada fascinantemente por Lomane de Dietrich.
Entre todo eso vamos conociendo el don que tiene Eugénie, el cual genera debate entre las personas que no le creen que se comunica con los espíritus. La joven logra llegarle a la razón y al sentimiento de Geneviève, la enfermera jefa, quien carga muchas emociones a causa de la muerte de su hermana.
La cinta juega con la frase ¿quiénes son los locos aquí?, las que están encerradas a la fuerza o las personas que maltratan y torturan a los otros, entre ese debate juega Eugénie, que cuando logra ganarse la confianza de Geneviève encuentra una forma de escapar del siniestro lugar y es durante el famoso baile anual que hace el centro hospitalario.
Laurent logra crear una atmósfera densa, pero al mismo tiempo intrigante, especialmente en como se van hilando los personajes y los eventos que ocurren, esto se destaca en una escena casi macabra cuando el director del hospital, el Dr. Charcot (Grégoire Bonnet), hipnotiza a Louise enfrente de todos los demás hombres que están estudiando.
Hay que destacar el carisma Lou de Laâge, quien logra sostener en todo momento el filme que en ocasiones a Laurent se le escapa el material, pero que entrega un final agridulce pero hermoso; otro problema que acarrea la historia es que toca temas que nunca se desarrollan o solo queda en menciones como es la sexualidad del hermano de Eugénie, interpretado por Benjamin Voisin, quien carga una sensualidad que la directora no aprovecha, o la relación del padre con sus hijos que está queda muy superficial.
Pero entre todo eso, lo que pesa es la valentía de Laurent en su forma de narrar y contar sus historias lo cual demuestra que está forjando un estilo propio.