Lo último de Pixar es una comedia romántica a lo Romeo y Julieta, no hay mucha profundidad ni nada nuevo que no hayamos visto antes, pero la animación de aquí es una de las más impresionantes que el estudio ha trabajado visualmente.
Elementos (2023)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Peter Sohn
Voces: Leah Lewis, Mamoudou Athie, Ronnie del Carmen, Shila Ommi, Wendi McLendon-Covey y Catherine O’Hara
Disponible: Estreno en cines
Contando una historia romántica y conmovedora sobre las luchas de los inmigrantes, la última animación de Pixar es una de las más destacadas visualmente por parte de la compañía, aunque las emociones subyacentes se empantanan en una historia vista en muchas ocasiones, por lo cual la frescura en la trama será muy poca.
Elementos imagina un mundo en el que los cuatro elementos (aire, agua, fuego y tierra) son entidades vivientes que coexisten en una misma ciudad, por consiguiente expresan algunos de los mismos prejuicios de nuestra sociedad humana. Intermitentemente, la película puede ser bastante conmovedora, especialmente cuando se enfoca en el improbable romance entre un personaje de Fuego y un personaje de Agua que descubren que tienen más en común de lo que creen. Pero el filme, vuelve a reflejar los problemas recientes de Pixar, por un lado, tiene varios indicios de ofrecer algo ingenioso, pero al final carece de una ejecución inspiradora, cosa que el estudio tenía en sus proyectos.
La trama está ambientada en Ciudad Elemento, donde viven los cuatro elementos. Al inicio vemos a una pareja de fuego llegando a vivir a la ciudad, ya que ellos vivían en Tierras del Fuego, pero por varios motivos tuvieron que emigrar; ahora viven en este entorno urbano en expansión donde están peor económicamente que los demás elementos; la mujer está embarazada al llegar a dicha ciudad. Luego pasan años y es donde conocemos a Ember.
Ella y su familia, tienen una modesta tienda que es dirigida por su padre trabajador, Bernie. Ember ha crecido con la esperanza de reemplazar algún día a su padre para ser la nueva directora del local, pero todo eso cambia cuando conoce por un accidente a un hombre de agua llamado Wade, que es un amable inspector de la ciudad, que tiene varias malas noticias para el local: la tienda no tiene los permisos adecuados, lo que significa que podría tener que cerrar. Situación que pone a Ember furiosa, pero pronto los dos deben trabajar juntos para evitar que la comunidad de Fuego se inunda debido a un problema que presenta el sistema de canales en esa parte de la ciudad.
El director Peter Sohn (The Good Dinosaur) se basa en su propia experiencia como inmigrante de segunda generación para contar está historia. En la trama las personas de Fuego son rechazadas por los otros elementos, y es así que el filme se va a centrar en como un padre inculca a su hija a desconfiar de los otros elementos, en particular del Agua, que puede extinguir el Fuego. Elementos contiene ideas reflexivas sobre la desigualdad económica y los conflictos urbanos, como que los personajes de Fuego tienen que residir en una parte más pobre de la ciudad, ya que su comunidad es menospreciada por los otros elementos debido a su físico.
Algo interesante de esto, es que el filme no es nada sutil a la hora de plasmar dicha crítica, ya que la forma en que la historia plasma las vivencias de la gente de Fuego es una clara y muy directa, toda una metáfora al racismo y a la xenofobia, que hay en nuestra sociedad. Ember y Wade no solo son elementos diferentes sino también de diferentes estratos sociales.
Otro punto destacable del filme, es su espectacular diseño de producción, ya que Ciudad Elemento, se nos muestra como una fascinante metrópolis de alta tecnología, construida con una mezcla de colores brillantes y lo último en moda. Del mismo modo, la concepción de los personajes de Fuego y Agua es soberbia, con el cuerpo de llama parpadeante de Ember y el físico de gota de agua de Wade, son dos detalles que llaman mucha la atención.
Un detalle que sí hay que mencionar, es que pese a que el guion falle en varios aspectos, la construcción de los personajes si está muy bien definida. Cada uno de los elementos tiene su propio rasgo de personalidad de acuerdo con sus propiedades físicas, por ejemplo: el de agua le da por borbotear, lo que significa que Wade llore sin previo aviso, o Ernie, tiene una forma de caminar debido a que puede quemar a otro habitante sin querer.
La película se ve tan bien, de hecho, que es una pena que los tres guionistas acreditados rara vez se salgan del molde formulado, como las típicas escenas de acción, o el recurso de frases clichés que creen que le dan algo de profundidad a las imágenes, esto lo que hace es perjudicar, ya que, la premisa de Elementos no es única ni fresca, como lo fueron otras películas de Pixar, Toy Story o Inside Out, que también dieron vida a entornos inanimados, pero dichos filmes brillaban en su guion, este aparte de la trama que contaban, el material buscaba aportar mucho a cada evento o personaje, especialmente en los momentos emotivos, pero aquí, solo nos llevan a indagar en la idea de que los opuestos se atraen, por lo que la cinta se siente muy estándar y manipuladora.
Al final Elementos, es una historia que habla sobre la tensión que sienten los inmigrantes de segunda generación que se debaten entre liberarse u honrar los sacrificios que hicieron sus padres para darles una vida mejor; pero eso se siente tan plano, ya que el filme toma el camino del romance, y crea todos los eventos solo en la relación de Ember y Wade, y los conflictos que tendrá la familia de ella cuando se enteren de que sale con una persona de agua.